¿Cómo discipulamos a quienes fueron drogadictos?

¿Existe algo con lo que necesitemos ser cuidadosos al discipularlos? ¿Hay algo que sea particularmente importante?

Vivimos en una comunidad que ha sido fuertemente influenciada y dañada por las drogas. La mayoría de las personas con las que trabajamos tienen una dieta constante en sus sistemas de medicamentos prescritos por médicos, así como también sin receta médica (los que consiguen en la calle). Hemos visto a un puñado de adictos en los últimos años salvados por el evangelio y maravillosamente cambiados por Dios. ¿Existe algo con lo que necesitemos ser cuidadosos al discipularlos? ¿Hay algo que sea particularmente importante? Aquí hay algunas de las lecciones que he aprendido acerca de discipular a los drogadictos que han venido a Cristo: 

  • Una de las primeras cosas por las que tenemos que ser cuidadosos al discipular a los adictos es que no nos acerquemos a ellos con un «complejo de salvador». Tenemos que observar nuestra actitud y entender que no vamos a resolver los problemas de las personas con algún tipo de varita mágica. Un complejo salvador es peligroso tanto para el que se cree salvador como para aquellos a los que afecta. Quien se cree un salvador se derrumbará bajo el peso de los problemas del mundo, puesto que son muchísimos. Sus «discípulos» terminarán siendo seguidores del pseudo salvador en lugar del salvador real: Jesucristo. Si tenemos una mentalidad de ser salvadores, ¡entonces debemos arrepentirnos y enseñar a la gente lo que la Biblia enseña! Es de suma importancia en cualquier discipulado cristiano que constantemente apuntemos al evangelio. Sólo el evangelio tiene el poder de transformar la vida de las personas y es la única manera en que la gente producirá frutos a largo plazo. Esto no se siente tan bien al principio porque la gente no dependerá tanto de ti, pero, en última instancia, le dará la gloria a Dios. Cuando la gente camina con el Señor Jesús no terminamos exhaustos pensando que tenemos que resolver los problemas de todos. Las personas que estamos discipulando tienden a querer aferrarse a nosotros, ¡pero es importante seguir apuntándoles a Cristo! Es como criar a un niño. No queremos que se aferren a nosotros por el resto de sus vidas. Criamos a un niño para que sea independiente y tome buenas decisiones porque les hemos dado una buena base. Esto es lo que debemos dar a la gente cuando vienen a Cristo de un trasfondo de adicción.
  • En segundo lugar, debemos saber que el discipulado muy a menudo es un paso adelante ¡y luego tres hacia atrás! Esto es algo que tú tendrás que aprender rápidamente. Los nuevos cristianos resbalarán. Parecerá que van muy bien ¡y luego de la nada (o así parece) realmente estropearán las cosas! Esto es parte del discipulado. La clave es mostrarle a la gente cómo volver a subir al caballo después de que han caído. Les enseñamos a nuestros nuevos creyentes que van a tener caídas (todos lo hacemos) y cuando lo hagan necesitarán correr inmediatamente a la gracia que se encuentra en Jesucristo. Les enseñamos a no ocultar su pecado bajo las obras religiosas o con lenguaje religioso, sino más bien a admitir el pecado regularmente y apreciar la gracia de Dios aún más. Nuestro trabajo es recogerlos, sacarlos del polvo y luego señalarles a Cristo otra vez. Tenemos que hacer esto una y otra vez. Esto puede ser desalentador a veces, pero la clave es recordar que no somos nosotros quienes los están cambiando a ellos, sino que es Jesús a través de Su Espíritu mientras les ministramos con Su Palabra. Podemos caer fácilmente en la mentalidad de que estamos solucionando sus problemas y entonces se desanimarán cuando caigan nuevamente.  
  • En tercer lugar, tenemos que vigilar de cerca las mentiras. Aquellos que han sido adictos a las drogas durante mucho tiempo mantendrán el hábito de mentir, engañar y manipular. Ellos te mirarán directamente a la cara y te dirán algo y sin embargo será una completa y absoluta mentira. Son maestros en ello. Una de las formas más dolorosas de engaño es la manipulación emocional. En particular, debemos estar atentos a quienes fingen emociones para manipularnos y expresan excusas como “no tengo dinero”. Por supuesto, debemos ayudar cuando se necesite ayuda, ¡pero ellos por mucho tiempo han gastado su dinero en drogas y simplemente no se han molestado en ahorrar lo suficiente para su comida! Cuando estamos disciplinando a un mentiroso habitual necesitamos ser vigilantes constantemente. Necesitamos observar y desafiar donde vemos las mentiras. También necesitamos enseñarles que las mentiras (incluso las pequeñas) son del diablo porque él es el padre de la mentira. Esto es difícil a veces porque la persona que te está mintiendo parece agradable pero, aun así, necesitamos desafiarlos cuando están siendo engañosos. Ellos tratarán de engañarte sobre cualquier cosa y por eso tienes que ser firmes, clementes y honestos con los nuevos creyentes. Necesitamos apuntarles a Cristo y orar para que Dios desarraigue sus mentiras.  

Es increíble ver a alguien que proviene de un trasfondo de adicción salvado por la gracia de Dios. Pero alguien que ha abusado de las drogas durante mucho tiempo tendrá que trabajar en el poder del Espíritu Santo para quitarse mucho lastre de hábitos y pecados. Necesitamos asegurarnos de que la gente vea que apuntamos a la increíble gracia salvadora de Jesús en todo momento. Tenemos que ser pacientes con los que estamos discipulando y recordar que es un proceso a largo plazo. Finalmente, necesitamos vigilar de cerca el engaño y desafiar a nuestros nuevos convertidos a amar la verdad en Jesucristo. 

Mez McConnell

Mez McConnell es el pastor principal de la Iglesia de la Comunidad de Niddrie y director de 20Schemes. Mez es el autor de numerosos libros, incluyendo «The Creaking on the Stairs: Finding Faith in God Through Childhood Abuse (El crujido de las escaleras: Encontrando la fe en Dios a través del abuso infantil)» (Christian Focus) y «Is There Anybody Out There?: A Journey from Despair to Hope (¿Hay alguien ahí fuera?: Un viaje de la desesperación a la esperanza) (Christian Focus). Está casado con Miriam y tiene dos hijas. Puedes seguirlo en Twitter.

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