¿Qué significa vivir en la carne?

¿Qué significa la “carne” para Pablo? ¿Cómo es que algo que hace referencia al cuerpo físico termina por convertirse en “basura”?
Foto: Jhon Montaña

PRESENTADOR

Más de noventa veces, el apóstol Pablo habla de la “carne”. Entonces, ¿qué significa esta palabra clave para él? Es una pregunta astuta e importante que cualquier lector de la Biblia debería aclarar. La pregunta proviene de una oyente llamada Cheryl: 

Pastor John, estoy tratando de formular una definición clara de lo que Pablo quiere decir por “carne”, sarx en griego. A veces Pablo parece estar hablando del cuerpo físico externo (2Co 7:5; 1Ti 3:16). En otras ocasiones, parece referirse a alguna naturaleza interna que causa acciones y pensamientos pecaminosos (Ro 8:5-8; Ga 5:17). ¡Estoy confundida! ¿Qué quiere decir Pablo con “carne”? ¿Tiene una definición clara que lo abarque todo?

JOHN PIPER

Bueno, esta es realmente una pregunta crucial. Es absolutamente crucial para entender al apóstol Pablo, quien usa este concepto tan a menudo. Tenemos solo unos minutos y sobre este tema se pueden escribir libros enteros, así que limitemos esto a algo que vi recientemente mientras me preparaba para un análisis del libro de Filipenses. Dos pasajes en Filipenses van a arrojar una luz increíble sobre esto, o al menos lo hicieron para mí.

Vida corporal

Comencemos con el capítulo 1, específicamente Filipenses 1:21-24:

Pues para mí, el vivir es Cristo y el morir es ganancia. Pero si el vivir en la carne, esto significa para mí una labor fructífera, entonces, no sé cuál escoger. Porque de ambos lados me siento apremiado, teniendo el deseo de partir y estar con Cristo, pues eso es mucho mejor. Sin embargo, continuar en la carne es más necesario por causa de ustedes. 

Ahora, creo que todos estaríamos de acuerdo al decir que lo que carne significa en Filipenses 1:21-24 es simplemente la vida terrenal, corporal. No se implica nada negativo aquí, excepto que no podemos estar con Jesús de la misma manera íntima si estamos aquí que si estamos en el cielo. En contraste con partir y dejar el cuerpo para ir al cielo, Pablo dice: “Voy a permanecer en la carne”. Eso simplemente significa: “Voy a seguir en mi cuerpo”. Carne se refiere al cuerpo tal como lo experimentamos normalmente en este mundo.

Hay muchos lugares en los que Pablo lo usa de esta manera, y no debemos saltar a connotaciones espirituales excesivamente negativas cada vez que veamos esa palabra. Sin embargo, vayamos ahora al capítulo 3, porque creo que lo que veremos ahí es simplemente asombroso. Pablo transforma el significado de un término bastante neutral, que se refiere al cuerpo físico o a alguna parte del cuerpo, en algo negativo y espiritualmente en bancarrota. Podemos observar cómo lo hace, cómo define para nosotros este lado negativo.

El termino “carne” que Pablo usa en Filipenses 1:21-24 hace referencia a la vida terrenal, corporal.

Circuncisión verdadera

Esto es lo que dice al comienzo de Filipenses 3: 

Por lo demás, hermanos, gozaos en el Señor. A mí no me es molesto el escribiros las mismas cosas, y para vosotros es seguro. Guardaos de los perros, guardaos de los malos obreros, guardaos de los mutiladores del cuerpo (Fil 3:1-2, RVR1960).

Aquí podemos ver que Pablo está usando el término de una manera física ordinaria para referirse a la piel o a alguna parte del cuerpo. De hecho, la siguiente frase va a mostrarnos que está hablando de mutilar la carne en la circuncisión (vista de cierta manera). Por eso está usando la palabra mutilar: está viendo este corte de la carne de una manera específica. Pero el significado inicial y directo de carne es simplemente piel o alguna parte del cuerpo.

Así es como continúa: “guardaos de los mutiladores del cuerpo. Porque nosotros somos la circuncisión” (Fil 3:2-3, RVR1960). Nosotros, los cristianos, somos la circuncisión. En otras palabras, Pablo dice: “Lo que acabo de nombrar sobre mutilar la carne no es la verdadera circuncisión. Nosotros somos la verdadera circuncisión. Nosotros, los cristianos, somos los verdaderos hijos de Abraham, los verdaderos herederos de la promesa, los verdaderos seguidores del Mesías”.

Luego, para distinguir precisamente qué es lo que transformó la circuncisión de un signo santo del pacto en un acto de mutilación, él dice esto: “Porque nosotros somos la circuncisión, los que en espíritu servimos a Dios y nos gloriamos en Cristo Jesús, no teniendo confianza en la carne” (Fil 3:3).

Aquí está lo que creo que Pablo está haciendo. Él está diciendo que adorar o vivir por el Espíritu Santo y adorar o vivir para la gloria de Jesucristo es lo que hace que los cristianos sean la verdadera circuncisión. En ausencia de esas dos cosas —dependencia del Espíritu y gloriarse en Cristo— actos sagrados como la circuncisión se convierten en mera mutilación. Eso es mera carne en un nuevo sentido espiritual negativo. Carne está pasando de ser una mera referencia al cuerpo a ser una referencia al tipo de cosa que uno hace —cualquier cosa que uno haga— cuando el Espíritu Santo y Jesús no son centrales.

Nosotros, los cristianos, somos la verdadera circuncisión, los verdaderos hijos de Abraham, los verdaderos herederos de la promesa, los verdaderos seguidores del Mesías. / Foto: Unsplash

Transformando una palabra

Ahora, pongamos esto a prueba, porque si sigues leyendo, verás cómo Pablo está pensando ahora: “Aunque yo tengo también de qué confiar en la carne” (Fil 3:4, RVR1960). ¿A qué se va a referir? Él dice: “Yo no pongo ninguna confianza en la carne, pero podría si quisiera”. Bueno, ¿de qué estás hablando, Pablo?

Aquí está lo que dice en Filipenses 3:4-5: “Si alguno piensa que tiene de qué confiar en la carne, yo más” (RVR1960). Y ahora dice cosas como estas: 

  • “Circuncidado al octavo día, del linaje de Israel”. En otras palabras: “Fui circuncidado en el momento perfecto en obediencia. Soy del pueblo más grande del planeta”.

  • “De la tribu de Benjamín”. Benjamín tuvo el primer rey y es una gran tribu.

  • “Hebreo de hebreos”. Esto es un pedigrí físico.

Ahora, todo eso es pedigrí humano físico. Esto es la identidad y el pedigrí físico y étnico de Pablo. Él lo llama carne, mera carne, en lo que una vez se jactó y en lo que podría jactarse. Va a decir en un momento que todo eso es basura. Si no hay dependencia del Espíritu Santo y no se gloría en Cristo Jesús sobre todo eso, entonces es basura.

Luego, para hacer aún más claro cuán amplio puede ser este nuevo significado negativo de carne, añade estas tres cosas a su identidad física y su etnicidad en Filipenses 3:5-6:

  • “En cuanto a la ley, fariseo”. Este hombre tiene el mayor nivel de enfoque en la Palabra de Dios.

  • “En cuanto a celo, perseguidor de la iglesia”. No solo está enfocado en el estándar más alto; lo hace con el mayor celo.

  • “En cuanto a la justicia que es en la ley, irreprensible”. En otras palabras, fue exitoso. Tuvo grandes logros.

Ahora, esas tres características, que él llama carne, no son físicas, ninguna de ellas. Guardar la ley, el celo, el éxito en la moralidad; ninguno de esos rasgos es físico. Y aquí está su conclusión: “Pero cuantas cosas eran para mí ganancia, las he estimado como pérdida por amor de Cristo” (Fil 3:7).

Aunque al inicio de la carta a la Iglesia de Filipos Pablo usa el termino “carne” para hacer referencia a a la vida terrenal, en Filipenses 3:4-5 las características que él llama carne, no son físicas. / Foto: Lightstock

Observando la mente de Pablo

Aquí está la conclusión. Carne en el vocabulario de Pablo ahora se ha convertido en algo que incluye celo (una virtud emocional), guardar la ley e irreprensibilidad (una virtud moral). Solo que no son virtudes porque les falta la dependencia en el Espíritu y gloriarse en Cristo Jesús.

Es emocionante para mí ver esto, ver realmente cómo funciona la mente de Pablo. Lo que estamos viendo en Filipenses 3:1-7 es el proceso por el cual un término positivo como carne, que se refiere a la piel como simplemente parte del cuerpo, se convierte en un término negativo para Pablo, refiriéndose a la realidad corporal (como el descender físicamente de Abraham), a la realidad moral (como guardar la ley), y a la realidad emocional (como el celo).

Todo eso se llama carne, y todo eso es rechazado como basura, si no tenemos ninguna dependencia del Espíritu Santo en esas realidades. Si no tenemos ningún gloriarse en Cristo en esas cosas, en ese caso, él dice: “No voy a poner ninguna confianza en la carne entendida de esa manera. Todo lo que era ganancia, lo cuento como pérdida”.

¿Qué es “la carne”?

Debemos preguntarnos: “¿Cuándo y por qué esas cosas son inútiles?” ¡Porque son buenas! Es decir, no es malo amar la ley de Dios. No es malo ser celoso. Claramente, no es malo ser irreprensible. Pablo, ¿realmente quieres llamar a eso basura?

Tenemos que hacernos esta pregunta porque no hay nada de malo en esas cosas por sí mismas. Entonces, ¿qué las convierte en carne? Creo que la respuesta sería algo así, y esta es mi definición, mi respuesta final a la pregunta: la carne es cualquier acción o logro humano sin dependencia del Espíritu Santo y sin gloriarse, exaltar, confiar, atesorar y valorar a Jesucristo.

Puede ser algo tan desagradable como la violación o el abuso infantil, o tan moral como intentar cumplir los Diez Mandamientos. Tanto el cumplimiento autosuficiente de los mandamientos como el abuso infantil serían carne, porque no fluyen de la dependencia del Espíritu Santo ni se glorían en Cristo Jesús.


Publicado originalmente en Desiring God.

John Piper

John Piper

John Piper (@JohnPiper) es fundador y maestro de desiringGod.org y ministro del Colegio y Seminario Belén. Durante 33 años, trabajó como pastor de la Iglesia Bautista Belén en Minneapolis, Minnesota. Es autor de más de 50 libros.

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