Hace unas semanas conversamos con Susana de Cano y Claudia Puerto, dos mujeres casadas que también escriben para Soldados de Jesucristo. Nos respondieron preguntas que, por lo general, las mujeres solteras solemos hacer. En esta oportunidad, tres mujeres diferentes nos darán nuevamente un consejo sensato sobre cómo vivir la soltería en honor, pureza y, sobre todo, confianza en Dios.
¿Cómo puedo mantener el honor y la pureza en un noviazgo?
Dios ve, oye y sabe todo lo que haces. El temor del Señor te aparta de desobedecerle y de arruinar tu vida. Dios te protege y te hace sabia cuando sabes que Sus ojos están sobre ti todo el tiempo y sobre todo lo que haces. Un momento de placer es costoso, te producirá toda una vida de amargura o remordimiento. Su Gracia limpia y perdona, pero las consecuencias continúan. La pureza inicia mucho antes de que conozcas a tu novio, con las historias, los libros que lees, las imágenes a las que te expones, los lugares que visitas, las conversaciones que escuchas, los videos que ves, las apps que usas, las historias que miras y las letras de canciones que cauterizan tu conciencia endurecerán tu corazón y te harán creer que es normal, que todos lo hacen y que no es tan malo. El Espíritu Santo vive en ti, Él te hablará y te dirá cómo no usar tu cuerpo, qué ropa no ponerte y qué películas no ver. Todo lo que entra por tus ojos y oídos contamina tu pureza. Las palabras e imágenes son poderosas. Salgan siempre en grupos y a lugares públicos, no a lugares solitarios, ni aun en el coche. Cuidado con tocar áreas privadas de su cuerpo. Protege tu manera de sentarte. Lean algún libro de la Biblia juntos, cada día oren por el propósito de su relación, sirvan juntos y escuchen conferencias o predicadores juntos. Vilma Mata de Méndez, casada desde 1988.
¿Cómo puedo trabajar en mi carácter desde ahora para ser una esposa que honre a Dios?
Cuanto mejor hija de Dios seas, serás una mejor esposa. Solo cuando amas a Dios y obedeces sus mandamientos puedes ser una mejor esposa. Si desde tu soltería te dedicas a cultivar un patrón de obediencia a la Biblia, entonces al estar casada, simplemente seguirás haciendo lo que ya venías practicando. Inicia glorificando a Dios como soltera, sujetándote principalmente a Su voluntad. Cuando trabajas en tu sujeción a Cristo, entonces se hará más fácil sujetarte en la práctica a tu futuro esposo. Por último, ya que no te has casado, cásate solamente con un hombre que realmente ame a Dios. Juliana de Armel, casada desde 2014.
Sueño con ser esposa y mamá, pero al seguir soltera tengo temor de no tener hijos. ¿Cómo puedo confiar en Dios?
Es un temor recurrente en las mujeres que anhelan casarse y tener hijos. Sin embargo, que ese temor no te domine, sé lo que es esperar y esperar que llegue el hombre indicado para por fin casarse y juntos convertirse en padres si así lo quiere el Señor. Si te centras en eso, si conviertes el matrimonio y la maternidad en tu objetivo de vida y todo gira en torno a eso, te perderás de la gracia que es disfrutar el tiempo de espera deleitándote en el Señor. “La mujer que no está casada y la virgen se preocupan por las cosas del Señor, para ser santas tanto en cuerpo como en espíritu; pero la casada se preocupa por las cosas del mundo, de cómo agradar a su marido” (1 Cor. 7:34). Confiar en Dios es una instrucción a todo hijo de Dios, soltero, casado, joven, anciano. Tu estado civil no debe influenciar en tu confianza en Dios, menos el temor. Recuérdale a tu alma la Palabra de Dios cada día, predícate a ti misma el evangelio todos los días, sumérgete en Su Palabra y la oración, deléitate en tu Salvador y disfruta el tiempo de espera, en Él diciendo “En el día que temo, Yo en ti confío” (Sal. 56:3). Karla de Fernández, casada desde 2005 Aquí termina esta corta serie de preguntas y respuestas. Demos gracias a Dios por la vida de Susana, Claudia, Vilma, Juliana y Karla, por llevarnos a las Escrituras y desafiarnos a poner nuestra confianza en Dios. Quiero hacerte ahora una pregunta, hermana soltera: ¿Confías en Dios? ¿Conoces al Dios de las Escrituras? El consejo que acabas de leer en este par de blogs, es sin duda un hermoso regalo de la providencia del Señor, pero se quedará ahí, siendo solamente un consejo sino reposa en tu corazón para llevarlo a la práctica. Conozco de primera mano la incertidumbre en la soltería. No sé cuánto durará la mía o si durará para siempre, pero, ¿sabes algo? Tengo paz en mi corazón; y es exactamente esa misma paz la que quiero que experimentes por la gracia del Señor. Confiar en Dios no ocurrirá por accidente y el contentamiento no llegará de la noche a la mañana, requiere de hábitos y tampoco será siempre constante. Habrá momentos en que confiar en Dios será dulce y agradable, pero habrá otros donde tendrás que someter tus pensamientos a la obediencia a Cristo (2 Cor. 10:5). Por esta razón, quiero mencionarte ciertos hábitos de gran importancia que deben marcar tu caminar con Cristo:
- Congrégate en una iglesia bíblica semanalmente (Heb. 10:25)
- Comparte con cristianos mayores y menores que tú que edifiquen tu vida (Sal. 133:1; 1 Cor. 12:12-27).
- Estudia y medita la Biblia individualmente (Sal. 1).
- Ora sin cesar. (1 Tes. 5:16)
- Deshazte de todo material que desvíe tu mirada del reino de Dios: música, televisión, videos, perfiles en redes sociales, etc. (1 Tes. 4:3)
- Lee libros que proclamen la Palabra de Dios y alimenten tu fe. Puedes encontrar recomendaciones aquí. (Prov. 2)
Como recordatorio de lo anterior y a manera de cierre, te animo a que memorices el siguiente versículo que puede cambiar por completo tu comprensión de tu soltería, ¡y de la vida misma también! Confía en el Señor con todo tu corazón, y no te apoyes en tu propio entendimiento. Reconócele en todos tus caminos, y Él enderezará tus sendas (Prov. 3:5-6).