Como identificar tu pecado favorito

Podríamos referirnos a él como nuestro pecado favorito. He aquí algunos consejos para identificar tu pecado favorito. 

Todo cristiano puede pensar en un pecado que ha identificado y atacado con toda la fuerza que puede reunir. Una de las grandes alegrías de la vida cristiana es ver cómo Dios es fiel a Su Palabra al motivarnos y capacitarnos para librar una guerra contra el pecado que habita en nosotros. Sin embargo, cada uno de nosotros probablemente tiene un pecado que disfruta, un pecado que nos negamos a eliminar. De hecho, puede que incluso lo protejamos y promovamos. Podríamos referirnos a él como nuestro pecado favorito. He aquí algunos consejos para identificar tu pecado favorito.  Tu pecado favorito es aquel por el que odias ser desafiado. Herodes se negó a tolerar que Juan el Bautista criticara su relación incestuosa, y la reprimenda de Juan le costó la cabeza. Puede que te alegre oír al predicador arremeter contra cualquier otro tipo de pecado, pero reaccionas con ira cuando se te reprende por un pecado en particular. Probablemente acabas de identificar tu pequeño pecado favorito. ¿Por cuál pecado odias ser cuestionado?  Tu pecado favorito es aquel al que tus pensamientos se dirigen de forma natural. Es donde huye tu corazón cuando tienes problemas o donde tu mente divaga fantaseando. Considera a dónde van tus pensamientos cuando no logras refrenarlos. Considera aquello que promete calmar  el corazón cuando estás triste. Esto puede llevarte a tu pecado favorito. ¿A qué pecado tienden tus pensamientos?  Tu pecado favorito es el que tiene más poder sobre ti. Hay algunos pecados que te cuesta poco rechazar. Tienen poca influencia sobre tu alma. Pero el pecado que siempre plantea una tentación profunda y difícil, el que tan a menudo te abruma, este es probablemente tu pecado favorito. Quizás es un pecado que has fomentado en lugar de destruir. ¿Qué pecado tiene más poder sobre ti?  Tu pecado favorito es el que defenderás. Cada uno de nosotros hará justificaciones para cierto pecado, explicando por qué no es realmente nuestra culpa o incluso por qué no es pecado en absoluto. “No importa de dónde obtenga mi apetito, mientras coma en casa”, dice el hombre consumido por la lujuria. “Si no me hubiera hablado así, no habría estallado”, dice la mujer entregada a la ira. Como Jonás, todos podemos decir: “¡Sí, hago bien en enfadarme!”, justificando cuando deberíamos confesar y arrepentirnos. ¿Qué pecado defiendes?  Tu pecado favorito es el que te atormenta cuando estás enfermo o angustiado. Fue en su momento de mayor angustia cuando los hermanos de José pensaron en su mayor pecado. Cuando estás en tu lecho de enfermo o en tiempos de tormento del alma, tu conciencia e incluso quizás el Espíritu Santo pueden traerte a la mente ese pecado que has estado mimando. Así como este pecado puede estar en tu mente en momentos tranquilos y de grandes triunfos, hará su aparición cuando estés en lo más bajo. ¿Qué pecado viene a tu corazón y a tu mente en momentos de dificultad?  Tu pecado favorito es aquel al que no estás dispuesto a renunciar. Este pecado es tu Benjamín, el niño que no estás dispuesto a dejar ir. Así como Jacob se negó a separarse de su hijo favorito, tú puedes aferrarte fuertemente a tu pecado favorito. Un castillo puede estar rodeado de varias fortalezas, y el rey permitirá que su ejército se retire de ellas cuando sea necesario. Pero luchará hasta la muerte por la torre del homenaje. Y eso es lo que ocurre con tu pecado favorito. Permitirás que caigan otros pecados, pero protegerás ese, incluso con tu vida. ¿Sin  cuál pecado no estás dispuesto a vivir?  Cristiano, este pecado favorito es el más peligroso de todos. Es el que más amenaza tu alma, el que más roba tu alegría, el que más inhibe tu santificación. Es el que más provoca a Dios a castigarte por amor. Si quieres que tu alma esté en paz, tienes que declararle la guerra a tu pecado favorito.  Leyendo los clásicos  Este artículo ha sido extraído del libro The Godly Man’s Picture [La imagen del hombre piadoso] de Thomas Watson, que estoy leyendo con un grupo de personas como parte de mi esfuerzo por leer juntos los clásicos.  Este artículo se publicó originalmente en Challies. 

Tim Challies

Tim Challies es uno de los blogueros cristianos más leídos en los Estados Unidos y cuyo BLOG ( challies.com ) ha publicado contenido de sana doctrina por más de 7000 días consecutivos. Tim es esposo de Aileen, padre de dos niñas adolescentes y un hijo que espera en el cielo. Adora y sirve como pastor en la Iglesia Grace Fellowship en Toronto, Ontario, donde principalmente trabaja con mentoría y discipulado.

Artículos por categoría

Artículos relacionados

Artículos por autor

Artículos del mismo autor

Artículos recientes

Te recomendamos estos artículos

Siempre en contacto

Recursos en tu correo electrónico

¿Quieres recibir todo el contenido de Volvamos al evangelio en tu correo electrónico y enterarte de los proyectos en los que estamos trabajando?

.