PRESENTADOR:
Bueno, hemos estado hablando mucho en las últimas dos semanas sobre el estudio de la Biblia. Y hoy tenemos una pregunta sobre cómo leer las Escrituras en un tema específico. Rosemary, en Kentucky, pregunta: “¡Hola Pastor John! Últimamente, un amigo y yo hemos estado hablando sobre un tema específico que es frecuente en todo el Nuevo Testamento. No he hecho mucho estudio personal sobre el tema, y mi primer pensamiento fue: ‘Simplemente buscaré algunos artículos sobre el tema en desiringGod.org o The Gospel Coalition y descubriré lo que la Biblia dice al respecto de esa manera’. Aunque tengo un tremendo respeto por ambas organizaciones, y por muchas otras que enseñan sana doctrina, siento que estoy tomando el camino fácil al leer las conclusiones a las que otras personas han llegado después de estudiar las Escrituras por sí mismas. Así que mi pregunta es esta: ¿Cómo debería estudiar un tema en la Escritura de una manera completa que me permita tener un conocimiento firme de lo que la Biblia tiene que decir sobre un tema sin depender únicamente del estudio y la enseñanza de otros para establecer mi entendimiento? Pero para hacer esto, ¿por dónde empiezo?”.
JOHN PIPER:
Me encanta esta pregunta porque creo que muchas personas se subestiman a sí mismas cuando se trata de lo que son capaces de extraer de las Escrituras para su propio enriquecimiento espiritual en profundidad y para su vida en un mundo complicado y moralmente complejo. Creo que la mayoría de nosotros dudamos de nuestra capacidad para encontrar respuestas por nosotros mismos. Otros de nosotros somos perezosos —seamos honestos— y queremos que otra persona haga el trabajo por nosotros. Y así, tratamos de obtener una respuesta rápida de otra persona, en lugar de hacerlo nosotros mismos con un estudio riguroso.
Cava profundo
Es notable que la Biblia, en general, dice que no entregará sus riquezas a las personas que no cavan. Escucha Proverbios 2:3-6:
Porque si clamas a la inteligencia, alza tu voz por entendimiento; si la buscas como a la plata, y la procuras como a tesoros escondidos, entonces entenderás el temor del Señor y descubrirás el conocimiento de Dios. Porque el Señor da sabiduría, de Su boca vienen el conocimiento y la inteligencia.
Eso no suena como una búsqueda perezosa. Suena como un viejo buscador de oro en la fiebre del oro, deseando desesperadamente encontrar su fortuna trabajando de la mañana a la noche. Esa es la imagen que se supone debemos ver aquí. Búscala como a un tesoro escondido.
La bandera ondeando sobre las Escrituras es la palabra de Jeremías 29:13: “Me buscarán y me encontrarán, cuando me busquen de todo corazón”. Me emociona que estemos hablando de las posibilidades de que personas comunes y corrientes hagan eso. Me encanta la pregunta por la esperanza que hay en ella. El consejo que tengo para dar sobre cómo estudiar un tema por tu cuenta a partir de la Escritura es dolorosamente simple. Esto se siente tan, tan simple. Puede que haya aspectos complejos en la aplicación de este principio, pero en mi vida, este consejo y práctica simples han marcado toda la diferencia. Aquí está.
Usa una concordancia
Una vez que sepas el tema que quieres investigar —dinero, tal vez, o matrimonio, o política, o el que elijas— selecciona algunas palabras clave que se relacionen con ese tema y usa una concordancia. Es un libro que enumera todos los usos de todas las palabras en la Biblia.
O mejor aún, ten un programa bíblico sencillo —puedes conseguirlos a bajo costo o incluso gratis— que te permita hacer búsquedas de palabras. Ten un programa bíblico y, ya sea con una concordancia o con la función de búsqueda de palabras de un programa bíblico, busca todas esas palabras en la Biblia o en alguna parte de la Biblia. Tal vez quieras restringir tu estudio a Romanos o Mateo o a todo lo que Pablo escribió o todo lo que Pedro escribió o al Nuevo Testamento o incluso a toda la Biblia. Solo procura no abarcar más de lo que puedes manejar en un momento dado.
Ahora, ya has hecho clic en tu botón o has buscado el pasaje. Ya tienes la palabra en la concordancia, y tienes diez o cincuenta palabras clave en versículos; alrededor de cincuenta versículos que debes leer. Ahora, ¿qué haces con esa lista? Esa es la clave: ¿qué haces con ella? Voy a darte siete cosas que hacer con ella muy rápidamente.
- Haz descubrimientos mientras los lees y anótalos. Harás descubrimientos.
- Haz conexiones entre los descubrimientos mientras continúas leyendo y anota esas conexiones. Aquí es donde la comprensión realmente empieza a crecer, de forma consistente. Cuando yo hago esto, veo este uso de la palabra aquí en Romanos. Veo este uso de la palabra en otra parte de Romanos. Veo este uso de la palabra en 1 Corintios. Veo este uso de la palabra en 1 Timoteo. Para ese momento, tengo cinco ideas nuevas sobre la realidad que estoy buscando. Primero, descubrimiento. Segundo, hacer conexiones.
- Toma tiempo para pensar sobre estas conexiones y anota tus ideas. Muchas personas tienen la noción de que simplemente leer y observar la Biblia produce entendimiento y sabiduría. No es así. No es así. Tienes que pensar. Tienes que reflexionar. Pablo le dijo a Timoteo: “Considera lo que digo, pues el Señor te dará entendimiento en todo” (2Ti 2:7). Primero, descubrimiento. Segundo, conexiones. Tercero, pensar.
- Sigue las pistas que encuentres. Síguelas hacia otras Escrituras que arrojen mucha luz sobre los versículos. Ahora, lo que quiero decir aquí es que hay cosas sobre tu tema en otros pasajes de la Escritura que no puedes encontrar simplemente con las conexiones de palabras que acabas de buscar. Tienes que detectar conexiones. La forma de verlas es: “En este versículo, dice esto”.
Ahora, tienes una palabra nueva que buscar. Haces clic en esa palabra y encuentras otros cinco versículos que no tenían tu palabra original y, sin embargo, tienen muchas ideas. O podrías ver en una pequeña nota al pie, una pequeña a, b, c o d adjunta, que dice: “Mira estos versículos sobre este asunto”. Sigue las pistas que encuentres. Número uno, descubrimientos. Número dos, conexiones. Número tres, pensar. Número cuatro, seguir las pistas.
- Escribe estas cosas. Estar escribiendo, escribiendo, escribiendo, ya sea en un archivo en tu computadora o, como yo hago a menudo, en una hoja de papel doblada por la mitad. Estoy garabateando y constantemente escribiendo porque, cuando escribo, puedo retener más cosas en mi mente. Sin escribir, todo tiende a ser un enredo. Es simplemente muy complejo. Las personas que no escriben realmente no van a llegar muy lejos para presentar una imagen coherente de alguna realidad.
Si realmente eres serio en querer descubrir lo que los escritores de Desiring God y los escritores de The Gospel Coalition están diciendo, tienes que hacer tu propia escritura. No puedes simplemente retenerlo en tu cabeza. Solo Einstein podía hacer eso. Einstein, dicen, podía mirar la misma cosa desde 118 ángulos diferentes en unas pocas semanas. Bueno, de ninguna manera podría yo hacer eso. Tengo que escribir esas 118 cosas en papel si alguna vez voy a lograrlo. Ese es el número cinco: escribir.
- Ahora, consulta algunos comentarios o diccionarios bíblicos o libros escritos sobre el tema, porque ahora, con todo lo que has visto, serás un compañero de diálogo mucho más competente con este autor. Tendrás mucha más confianza. Sabrás el tipo de preguntas que debes hacer.
- Lo último que diría es presérvalo. Preserva lo que has visto, ya sea en el documento, en un archivo que estés creando en línea, o en una hoja de papel que vayas a archivar en algún lugar. Porque qué triste sería hacer una hora o dos o tres de estudio sobre algo, tener muchas ideas maravillosas y, una semana después o un año después, no recordar nada de lo que viste. Eso es realmente, realmente triste. Eso es una mala administración. Presérvalo.
Pero debajo de esos siete consejos hay un punto principal: usa la función de búsqueda de palabras de un programa bíblico o usa una concordancia. Nada produce más fruto en una comprensión coherente de un tema a lo largo de las Escrituras que observar todas las diferentes formas en que la Biblia habla de ello, y eso lo encuentras con búsquedas de palabras.
Publicado originalmente en Desiring God.
