Nota editorial: Este artículo pertenece a una serie titulada Proyecto Reforma, 31 publicaciones de personajes que fueron instrumentos de Dios durante la Reforma Protestante. Puedes leer todos los artículos aquí
En 1504, Wibrandis Rosenblatt nació en Säckingen, Alemania. Durante los siguientes sesenta años ella se casaría y enviudaría cuatro veces, inspirando a una escritora a describirla como la Reformationfrau, «la novia de la Reforma».
Ludwig Keller
Su matrimonio en el año 1524 con Ludwig Keller fue de corta duración. En julio de 1526 cuando Wibrandis tenía veintidós años, ya era una viuda con una hija, también de nombre Wibrandis. Entre los líderes de la Reforma, el matrimonio entre los miembros del clero se estaba convirtiendo en «una nueva forma de servir a la comunidad de Jesucristo». Johannes Oecolampadius argumentó públicamente por la libertad de los pastores a casarse, aunque él mismo era soltero (Frau Wibrandis, 15). Wolfang Capito, un amigo de Oecolampadius, le escribió: «Si te señalan alguien que te agrada, creo que no deberías rehusar casarte. Tener una compañera con un celo semejante al tuyo será una gloria para el Señor».
Johannes Oecolampadius
Alguien debe de haberle señalado a Wibrandis. El 15 de marzo de 1528, ella y Oecolampadius se casaron, provocando que algunas cejas se levantaran debido a la diferencia de edad—45 y 24 años—pero causando el regocijo de la mayoría de sus amistades. Él escribió en una carta: «El Señor me ha dado a una hermana y a una esposa… una viuda con varios años de experiencia llevando una cruz. Desearía que ella fuera mayor, pero no veo en ella señales del mal temperamento de la juventud. Oro al Señor que nos conceda un matrimonio largo y feliz» (Women of the Reformation [Mujeres de la Reforma], 82). Hacía cientos de años que los pastores no contraían matrimonio durante este punto de la historia. Wibrandis y otras esposas de los Reformadores del siglo XVI se hicieron amigas a través de cartas, determinando y forjando su nuevo rol mientras lo vivían. Pronto se agregaron tres hijos a la familia: Eusebius, Aletheia e Irene—antes de la muerte de Oecolampadius en noviembre de 1531 debido a envenenamiento de la sangre por causa de un absceso.
Wolfang Capito
Las tendencias de Martin Bucer a emparejar se pusieron en acción. «Mi elección para Capito es la viuda de Oecolampadius… él me escribe que le ha conmovido ver a la viuda Wibrandis y a los hijos huérfanos» (Women of the Reformation [Mujeres de la Reforma], 85). Wibrandis y Capito se casaron el 11 de agosto de 1532. Capito era pastor en la Nueva Iglesia de San Pedro en Strasbourg. Su hogar incluía a la madre de Wibrandis y los cuatro hijos de sus matrimonios anteriores. Cinco hijos más nacieron: Agnes, Dorotea, Irene (luego de la muerte de Irene Oecolampadius), Juan Simón y Wolfgang. «Ella refrenaba sus manías, organizaba el presupuesto y mantenía una atmósfera agradable en el hogar; así que sus logros deben estar en los anales del heroísmo no documentado» (Women of the Reformation [Mujeres de la Reforma], 87). Sin embargo, la plaga de 1540 se llevó a los niños Eusebius, Dorotea, Wolfgang y al mismo Capito.
Martin Bucer
Las noticias de la muerte de Capito llegaron a oídos de los Bucer cuando Elisabeth Bucer estaba cerca de la muerte. Elisabeth le rogó a su esposo y a Wibrandis que se casaron luego de que ella muriera y así lo hicieron en abril de 1542. Brucer escribió: «No hay nada que le falte a mi nueva esposa, ella es tan solícita y atenta. No es tan libre en su crítica como mi primera esposa… solo espero que yo pueda ser tan tierno con ella como ella lo es conmigo. Pero ¡oh, el dolor por la que perdí!» (Women of the Reformation [Mujeres de la Reforma], 87-88). Uno puede imaginarse un dolor similar en Wibrandis por sus tres esposos fallecidos. Por cuarta ocasión, ella se adaptó a un nuevo esposo, aprendiendo cómo amarlo y cómo apoyarse uno al otro de acuerdo a sus necesidades particulares, ministerios y preferencias. Para el año 1548, nuevas leyes requirieron que las iglesias protestantes cumplieran ciertas condiciones que Bucer no podía abrazar. Huyó en exilio hacia Inglaterra y enseñó en Cambridge, mientras asistía en la traducción bíblica y en el desarrollo de la liturgia. Luego de apenas un año, sufriendo por el frío y húmedo invierno y por una larga lista de dolencias físicas, le pidió a Wibrandis que fuera junto a él. Así fue y eventualmente trajeron a toda la familia. Durante los últimos meses de Bucer, Wibrandis lo cuidó constantemente, haciendo todo lo necesario para cuidar también al resto de la familia, es decir, los hijos y su madre. Luego de la muerte de su esposo en febrero de 1551, Wibrandis escribió numerosas cartas para resolver sus finanzas y trasladar la familia nuevamente a Strasbourg. Algunas cartas se escribieron en alemán y otras en latín, evidenciando su facilidad con los idiomas y con la lengua.
Wibrandis la mujer
Para que no seamos tentados a ver a una mujer pasiva arrastrada por las circunstancias y por las decisiones de hombres imponentes, aquí está la enérgica voz de Wibrandis a su hijo Simón Juan Capito, cuando se encontraba lejos en la universidad: No he escuchado de ti durante algún tiempo, sin embargo bien sé, que de haber oído, las noticias no sería reconfortantes… si tan solo pudiera vivir para el día en que tuviera buenas noticias de ti. Entonces moriría de gozo… Si siguieras los pasos de tu padre, tu abuela, tus hermanas y tus suegros darían sus vidas por ti… Si vas a comportarte apropiadamente, ven a casa. Si no lo harás, entonces haz como te plazca. Te deseo un buen año. Tu fiel madre. (Women of the Reformation [Mujeres de la Reforma], 93-94) En 1564, la ciudad suiza de Basel perdió siete mil personas debido a la plaga, incluyendo a Wibrandis Rosenblatt. Fue enterrada junto a Oecolampadius. Al día de hoy en la ciudad rural de Bad Säckingen, en Alemania, su lugar de nacimiento, se encuentra Wibrandis-Rosenblatt-Weg, una pequeña calle que lleva hasta el banco del río Rin. Junto a la calle se alza el campanario de la Evangelische Kirchengemeinde, una iglesia protestante.
