Cada iglesia en todo momento está en peligro. Toda iglesia está en peligro de sufrir trastornos y desunión cuando el cristiano se vuelve contra el cristiano o el cristiano se aleja del cristiano. En la carta de Pablo a Tito se nos ofrecen cuatro fuentes de discordia y nos advierte que las evitemos: “Pero evita controversias necias, genealogías, contiendas y discusiones acerca de la ley, porque son sin provecho y sin valor” (Tit.3:9). Aquí, para tu consideración, hay cuatro fuentes de desunión que pueden existir en tu iglesia. Controversias necias Dios nos llama a evitar controversias necias. No es que debamos evitar toda controversia, sino que no debemos dejarnos envolver por las controversias necias. Las controversias necias son aquellas que surgen cuando especulamos sobre la verdad en lugar de depender de lo que Dios ha declarado claramente como verdad. Según 1 Timoteo 6:3, tales controversias terminan engendrando envidia, disensión, calumnia y otros frutos desagradables. Esta es la teología que se obsesiona con los pequeños bultos de tierra hecha por los topos en el suelo, mientras pasa por alto las montañas. Debemos tener cuidado de no sucumbir a tales tonterías controversiales y tal vez ni siquiera molestarnos en abordarlas para no terminar perdiendo un tiempo precioso. Genealogías Según George Knight, las genealogías son «especulaciones sobre los orígenes y la descendencia de personas que erróneamente creen que tienen gran importancia religiosa«. Esto está dando lugar a nuevas interpretaciones de las genealogías y tal vez incluso fabricando interpretaciones alegóricas de las mismas. Lo que esto produce es que se lea mucho más allá de simples listas de nombres. Aunque esto puede no ser una fuente importante de conflicto hoy en día, podríamos ampliarlo para incluir el tipo de teología especulativa a través de la cual tomamos cosas que están fuera de la Biblia y les damos tanto la autoridad como la prominencia de la Biblia. Esto siempre engendra división porque en lugar de estar unificados en asuntos de primera importancia, nos dividimos en asuntos de preferencia personal. Disensiones La disensión es una lucha, es una discusión, es un argumento que lleva a una pelea, es egoísmo en lugar de amor. Es meterse en disputas sobre cuestiones de fe y doctrina, ya sean grandes o pequeñas, mayores o menores. Es pensar lo peor de la gente en vez de lo mejor, y permitir la división en vez de buscar un acuerdo. Es una categoría amplia que incluye todo tipo de desacuerdos inútiles. Contiendas sobre la ley Estas son las clásicas peleas de la Biblia, sus disputas sobre el alcance de la ley en la vida cristiana. En el contexto de Pablo, él está escribiendo sobre la transición del Antiguo Pacto al Nuevo Pacto y la transformación sobre temas como el sábado y las restricciones dietéticas. Enseña que cuando nos encontramos con tales cuestiones, cada uno de nosotros dará cuenta a Dios y, por lo tanto, cada uno de nosotros debe estar convencido en su propia mente. Luego insiste en que debemos negarnos a despreciar o juzgar a los que llegan a otras conclusiones. En cualquier caso, debemos evitar la división por tales asuntos. Podemos discutirlos, pero no debemos separarnos a causa de ellos.