Fue hace sólo unos años atrás que el mundo cristiano fue sorprendido al enterarse de la magnitud y el alcance del problema de la pornografía moderna. Descubrimos que un gran porcentaje de hombres jóvenes, y un porcentaje en aumento de mujeres también jóvenes, están inmersos en la pornografía y lo han estado desde muy temprana edad. Nos dimos cuenta que muchos hombres y mujeres mayores también son parte de esto. Esto dio lugar a un gran número de libros sobre el tema, así como a una gran cantidad de recursos dirigidos a combatir el problema.