Las disciplinas espirituales son un tema muy importante para el crecimiento en la vida del cristiano. Puede ser un tema tedioso de estudiar o un tema que puede sentirse legalista si no se aprende poniendo el Evangelio como centro. El libro comienza con un fundamento sólido, el significado del evangelio, el carácter de Dios y cómo nuestra vida debe ser afectada por este Dios maravilloso que nos trajo salvación a pesar de ser tan pecadores. Después de tocar estos temas en el prefacio, introducción y en el capítulo uno, Liliana Llambés dedica un capítulo para cada una de las disciplinas espirituales las cuales están compuestas por: leer la Palabra (cap.2), la oración (cap.3), la adoración (cap.4) , la iglesia local (cap.5), el servicio (cap.6) y el evangelismo (cap.7) para luego terminar dándonos consejos prácticos en cuanto a la administración del tiempo y de lo imperativo del cumplimiento de estas disciplinas para nuestro crecimiento espiritual.
Hay tres características del libro que me gustaría destacar:
Toma en cuenta a mujeres de todas las edades y las diferentes etapas de su vida
Como una mujer joven y con niños pequeños, siempre que leo libros con temas relevantes a mujeres cristianas considero importante compartirlo con amigas para que éstas sean edificadas al igual que lo fui yo. Me fascina la forma en que Liliana abarca cada etapa en la que el receptor se pueda encontrar, identificándose con circunstancias que atravesamos en nuestro caminar, facilitando así un material enriquecedor para cualquier mujer quien podrá extraer una cita, un ejemplo o un consejo aplicable para crecer en las diferentes disciplinas espirituales.
Contiene muchas citas de teólogos sólidos en la Palabra
Para las mujeres estudiosas de la Palabra, maestras o que les encanta velar por la buena teología, este libro no te decepcionará. Vas a exponerte a citas de varios hombres y mujeres de fe que son un ejemplo e inspiración para nuestro crecimiento. Eso habla mucho de la influencia en la vida del autor y de su formación teológica.
Tiene un formato perfecto para América Latina
La triste realidad (aunque oramos y esperamos que cambie) es que los latinos no somos muy lectores. Y si a esto sumamos que el libro está enfocado a mujeres quienes hacemos malabares para repartir el tiempo entre el hogar, el trabajo, los hijos, etc., las probabilidades de interés o de esperanza que el libro fuera leído, son muy pocas. Pero es un libro con el tamaño perfecto, no demasiado para frustrar a la lectora, ni muy poco como para no cubrir de manera sólida los temas presentados. No es un estudio exhaustivo, pero no por eso es superficial. Es justo lo que la mujer latina en cualquier etapa de su vida necesita para crecer en las disciplinas espirituales. Lamento decirte querida lectora, pero las excusas terminaron.
Sobre disciplinas espirituales
El único punto que en mi opinión se puede mejorar es en las preguntas de aplicación. Son preguntas muy generales, se pasan rápido y no llevan al lector a aplicar mucho el tema. El contenido del libro se presta para poder estudiarlo con otras mujeres, ya sea en forma de discipulado para una nueva creyente o una clase en un grupo grande. Una mujer con experiencia en dar clases puede crear una buena clase en base al contenido del libro. Pero, si el libro tuviera una serie de preguntas de aplicación, con esto en mente, podría ser usado por cualquier persona con o sin experiencia en enseñar o discipular. Recomiendo este libro a cualquier mujer nueva o madura en la fe, neófita o maestra, joven o mayor, con hijos pequeños, adolescentes o con el nido vacío. Si eres una mujer que desea crecer en madurez, este libro te refrescará verdades importantes sobre las disciplinas espirituales, y por seguro la palabra redargüirá tu espíritu para hacer cambios en alguna de las disciplinas que menciona la autora. Personalmente fue de gran bendición leerlo al escuchar todos esos testimonios de la autora en cuanto el efecto de ser fiel en las disciplinas espirituales a largo plazo. Como pecadores tendemos a querer buscar la ayuda de Dios en momentos de crisis, pero esto no es sabio, debemos constantemente trabajar en nuestra salvación para que cuando los momentos de crisis lleguen, estemos armadas de pies a cabeza para enfrentar la dificultad. Quiero dejarles citando un pensamiento de la autora el cual considero pertinente para todas aquellas mujeres que desean volver a su primer amor, un deseo que no debe ser un sentimiento romántico, sino un anhelo ardiente del corazón el cual se logra a través del cumplimiento de las disciplinas espirituales. “Si queremos tener un avivamiento en nuestra vida espiritual y regresar a nuestro primer amor, tenemos que estar preparadas para escarbar y sacar de nuestros corazones todo pecado que lo ha endurecido”.1