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PRESENTADOR:
En el último año, las tensiones mundiales han llegado a un punto crítico. Es difícil creer con qué frecuencia la frase “Tercera Guerra Mundial” ha sido una de las principales tendencias en Twitter en los últimos dos años. (Demasiado a menudo, para ser honesto). Y esto nos lleva a la pregunta de hoy de Malcolm, que vive en Indiana. Su correo electrónico hace eco a muchos otros correos que hemos recibido durante el último año.
Malcolm escribe: “Hola, pastor John. Tengo 22 años y a menudo me preocupa el estado del mundo. Durante varios años, disfrutamos de una paz relativa y las cosas parecían estar tranquilas. Pero ahora hay guerras en Ucrania y en Palestina, y una amenaza de guerra en Taiwán. Todos los grandes ejércitos del mundo parecen estar despertando de una larga inactividad. La OTAN crece. Los enemigos de Occidente se unen. Los fabricantes de armas trabajan a toda marcha.
Al adentrarnos en esta nueva era de tensión mundial, y al ver las noticias —las guerras y los rumores de guerras—, ¿cuáles son sus reflexiones espirituales sobre los conflictos mundiales? La Biblia parece hablar mucho de la guerra entre naciones. ¿Cómo se consuela usted mismo con la verdad bíblica, y con la soberanía de Dios, cuando parece que el mundo es cada vez más hostil, y se habla cada vez más abiertamente de la Tercera Guerra Mundial como una posibilidad real en un futuro próximo?”.
JOHN PIPER:
Bueno, supongo que podría responder a la pregunta de Malcolm con una observación bíblica muy general sobre la soberanía absoluta de Dios sobre las naciones, sobre la iglesia y sobre mi vida, y luego combinar esa soberanía con la dulce y preciosa promesa de que todo lo hace para el bien de los que le aman (Romanos 8:28). Podría hacerlo, y sería maravilloso. Sería glorioso.
Sin embargo, quiero responder a su pregunta con algo mucho más específico, simplemente porque lo vi mientras preparaba un mensaje sobre misiones hace unos meses. Y me consoló. Eso es exactamente lo que Malcolm está preguntando: “¿Cómo se consuela usted, pastor John, ante este tipo de conmociones en el mundo?”.
Y eso es lo que quiero hacer. Quiero abordar una preocupación específica que surge en este escenario en el que estamos ahora: guerras, rumores de guerras y convulsiones sociales, es decir, ¿qué sucede con el esfuerzo misionero mundial en tiempos de guerras y rumores de guerras? Eso es algo específico que invade mi corazón con pensamientos de ansiedad.
Misiones en tiempos de guerra
Creo que muchos de nosotros sentimos, de vez en cuando, la ansiedad de que la agitación social y los disturbios políticos y militares distraigan a la iglesia, y la intimiden tanto que abandonemos, descuidemos o minimicemos el mandato de Jesús de hacer discípulos en todos los pueblos del mundo.
Simplemente pensamos: “Bueno, eso tiene que ser puesto en espera porque el mundo está a punto de estallar e irse al infierno sin remedio. ¿De qué sirve enviar a los misioneros a tal o cual lugar si ese lugar está a punto de estallar en guerra?”. Creo que ese es el tipo de sentimiento que surge en nuestros corazones con respecto a las misiones mundiales en tiempos de guerra.
Así que replanteo la pregunta de Malcolm para que sea más específica: No solo: “¿Cómo me consuelo en un mundo a punto de verse hundido en la guerra?”, sino: “¿Cómo estabilizo mi mano, mantengo mi enfoque y sigo adelante en la causa de la evangelización mundial, incluso mientras el mundo avanza hacia la aniquilación?”. Esa es la pregunta que intento responder.
Los cristianos que aman ardientemente a Jesús irán
Mientras me preparaba para predicar con un enfoque global en Bethlehem hace unos meses hice una conexión en las Escrituras que nunca había hecho. El pasaje era Mateo 24:5-14 y la conexión fue entre la guerra y las misiones. Lo que Jesús dice ahí es relevante para los tiempos en que vivimos, y creo que la intención de Jesús con estas palabras de Mateo 24:5-14 es que, en cada generación en la que aparecen estas cosas, levantemos los ojos y oremos para que se acerque nuestra redención. Jesús dice estas palabras:
Tengan cuidado de que nadie los engañe. Porque muchos vendrán en Mi nombre, diciendo: “Yo soy el Cristo”, y engañarán a muchos. Ustedes van a oír de guerras y rumores de guerras. ¡Cuidado! No se alarmen, porque es necesario que todo esto suceda; pero todavía no es el fin. Porque se levantará nación contra nación, y reino contra reino, y en diferentes lugares habrá hambre y terremotos. Pero todo esto es solo el comienzo de dolores (Mateo 24:4-8).
Aquí, Jesús está imaginando la llegada del reino de Dios que Él traerá como una especie de nuevo nacimiento para el cosmos, y las catástrofes naturales son como los dolores del parto. Y continúa diciendo:
Entonces los entregarán a tribulación, y los matarán, y serán odiados de todas las naciones por causa de mi nombre. Muchos se apartarán de la fe entonces, y se traicionarán unos a otros, y unos a otros se odiarán. Se levantarán muchos falsos profetas, y a muchos engañarán. Y debido al aumento de la iniquidad, el amor de muchos se enfriará. Pero el que persevere hasta el fin, ese será salvo. Y este evangelio del reino se predicará en todo el mundo como testimonio a todas las naciones, y entonces vendrá el fin (Mateo 24:9-14).
Ahora, he dicho en muchas conferencias misioneras durante décadas que aunque en los últimos días de la historia el amor de muchos en la iglesia visible se enfriará (versículo 12), esta promesa de que el evangelio será predicado a todos los pueblos del mundo —incluso mientras somos odiados por todos esos pueblos— esta promesa se hará realidad.
Pero los cristianos que lleven el evangelio a las naciones durante este tiempo de grandes problemas no estarán entre aquellos cuyo amor se ha enfriado, ¿cierto? Serán las personas que tengan un amor ardiente, no frío, por Jesús frente a la persecución y la matanza quienes llevarán el evangelio. En otras palabras, no se enfriará el amor de todos en los últimos días. La Gran Comisión será completada por cristianos fieles, mientras millones abandonarán la iglesia como carbones tibios alejándose del fuego.
Todo eso ya lo había visto antes, pero esta vez, mientras meditaba sobre este pasaje, vi la conexión entre la guerra y las misiones —no solo la conexión entre el amor frío de quienes abandonan la iglesia y las misiones, sino la conexión entre los trastornos militares y las misiones—.
El avance no se detiene
Los versículos 6-7 y 14 dicen: “Ustedes van a oír de guerras y rumores de guerras… se levantará nación contra nación, y reino contra reino… Y este evangelio del reino se predicará en todo el mundo como testimonio a todas las naciones, y entonces vendrá el fin”. Esta conexión deja claro que las “guerras y rumores de guerras” no detendrán la misión de Dios. Esa es la lección que vi de manera fresca en este texto. La misión se completará a pesar de que una nación se levante contra otra nación, e incluso a veces esa misión se cumplirá a través de esos mismos levantamientos.
Ahora bien, sé que podría haber una objeción, incluso una objeción bíblica, porque el tiempo de paz es bueno para la iglesia. No somos ingenuos. Sabemos que, históricamente, las guerras y los disturbios sociales han obstaculizado las misiones. Sí, lo han hecho. Es cierto. Pero, ¿cuántos de esos contratiempos resultaron ser avances encubiertos?
Por ejemplo, la expulsión de los misioneros de China, que se sintió como un gran revés entre 1949 y 1953, ¿fue un revés? Treinta años después, parecía que la iglesia se había multiplicado por diez en China sin los misioneros.
Entonces, ¿quién sabe qué son avances y qué son retrocesos en los extraños caminos de Dios? A pesar de las interrupciones en las misiones causadas por guerras y rumores de guerras, las palabras de Jesús permanecen firmes. Las guerras y los rumores de guerras no detendrán la evangelización del mundo. En medio del odio, la frialdad y las guerras, este evangelio se predicará a todos los pueblos, y entonces llegará el fin.
Lo que dice la historia
Para contrastar mi nueva visión con la experiencia histórica, investigué un poco y esto es lo que encontré. ¿Qué ha hecho Dios en las misiones durante tiempos de guerra?
Durante la Guerra Civil estadounidense (1860–1865), Sarah Doremus fundó la Sociedad Misionera de la Unión de Mujeres (Woman’s Union Missionary Society) para enviar mujeres solteras a Asia. La Iglesia Episcopal comenzó a trabajar en Haití. La sociedad misionera evangélica de París comenzó a trabajar en Senegal. La sociedad misionera de Londres publicó el primer diccionario del idioma samoano. James Hudson Taylor fundó la Misión al Interior de China (hoy OMF), que ha enviado miles de misioneros a Asia. Todo ello mientras los estadounidenses se consumían en la Guerra Civil.
¿Y la Primera Guerra Mundial (1914–1918)? C.T. Studd celebró un gran movimiento de avivamiento en el Congo durante la Primera Guerra Mundial. La Asociación Interdenominacional de Misiones Extranjeras (Interdenominational Foreign Mission Association) se fundó durante la Primera Guerra Mundial.
¿Y qué sucedió durante la Segunda Guerra Mundial (1939–1945)? William Cameron Townsend fundó la asociación de Traductores de la Biblia Wycliffe (Wycliffe Bible Translators). Se fundó la Misión de las Nuevas Tribus (New Tribes Mission) con la visión de alcanzar a los pueblos tribales de Bolivia. Se fundó la Sociedad Bautista Conservadora de Misiones Extranjeras, ahora llamada WorldVenture. Durante la Segunda Guerra Mundial, la Conferencia General Bautista fundó su propia agencia de envío de misioneros, que es la denominación a la que pertenece nuestra iglesia Bethlehem. Se creó la Asociación de Aviación Misionera (Mission Aviation Fellowship), se fundó la Compañía de Radiodifusión del Lejano Oriente (Far East Broadcasting Company) y se formó la Asociación Evangélica de Misiones Extranjeras. Y todo eso durante aquella horrible Segunda Guerra Mundial.
¿Y qué decir de la Guerra de Corea (1950–1953)? Se organizó la Alianza Evangélica Mundial. Bill y Vonette Bright crearon la organización Cruzada Estudiantil para Cristo (Campus Crusade for Christ). Se fundó la Radio Trans Mundial (Trans World Radio).
Ya tienes una idea. Esto es solo una pequeña muestra de la verdad de que las guerras y los rumores de guerras no detendrán la promesa de Dios de completar la tarea de las misiones mundiales. Así que, Malcolm, esto es lo que el Señor ha estado usando recientemente en mi vida para fortalecer mi corazón y animarme a seguir adelante en esta gran obra.
Episodio original en inglés: https://www.desiringgod.org/interviews/what-would-world-war-iii-mean-for-missions