[dropcap]E[/dropcap]l sermón de David Platt en la Conferencia Juntos por el Evangelio 2012 es uno de los más potentes llamados a las naciones en los últimos veinte años. ¿Qué lo hizo tan convincente? El título del sermón lo dice todo: «Soberanía divina: el motor de las misiones que desafían la muerte». Es la siguiente entrega de la Serie Grandes Sermones. https://youtu.be/cYQ3QHlUPl4 (Subtítulos) Tim: Una vez le preguntaron a Charles Spurgeon si podía reconciliar la soberanía de Dios y la responsabilidad del hombre en la salvación. Con su típica agudeza, respondió: «No, nunca reconcilio a los amigos». Esa es una respuesta que a cualquier reformado le encanta oír. Sabemos que, lejos de ser un obstáculo para la evangelización apasionada, la soberanía de Dios en realidad es nuestra única esperanza para la evangelización efectiva. Pero también sabemos que mientras ha habido calvinismo, se ha afirmado que es un enemigo de la evangelización y las misiones mundiales. Los que valoran la soberanía de Dios son tenidos por gruñones desalmados. Disfrutaron los beneficios de la elección de Dios sin la carga de la compasión de Dios. En consecuencia, es fácil que los reformados escondamos nuestras convicciones teológicas cada vez que surgen las misiones mundiales. Cuando hablamos de la Gran Comisión, la elección divina, la expiación limitada y la gracia irresistible tienden a no ser mencionadas. En esta inquietud, estamos muy, muy lejos de nuestro Salvador Jesucristo, quien al parecer no tuvo aprensiones con que la soberanía divina engranara con la evangelización mundial. A fin de cuentas, solo fue después que dijo «se me ha dado toda autoridad» que también dijo «por tanto, vayan y hagan discípulos». ¿Qué tal si, como Jesús, comenzáramos a proclamar con valor tanto el poder de Dios como el problema del mundo? ¿Tanto la elección de Dios como la responsabilidad del mundo? ¿Tanto la predestinación de Dios como la necesidad del mundo de más obreros? Bueno, podría resultar algo como esto. David: Nuestra comisión es hacer discípulos de todas las naciones, de todas las gentes. La voluntad soberana de Dios es que gente de cada pueblo sea rescatada por Cristo. El mandato soberano de Cristo es que tú y yo hagamos discípulos entre cada pueblo del planeta. Ese es el fin de la expiación. La expiación particular conduce hasta aquí las misiones mundiales. Así que, si creemos Apocalipsis 5:9, que Jesús murió para comprar gente de toda tribu, lengua y nación, entonces iremos a cada tribu, lengua y nación. Tim: El sermón de David Platt en la Conferencia Juntos por el Evangelio 2012 es uno de los más potentes llamados a las naciones en los últimos veinte años. ¿Qué lo hizo tan convincente? Creo que el título del sermón lo dice todo: «Soberanía divina: el motor de las misiones que desafían la muerte». Veamos de más cerca. Este video es presentado en parte por el Southern Baptist Theological Seminary. Puedes descargar un libro gratuito desde el Seminario, y saber más acerca de la formación de predicadores en sbts.edu/challies. El fervor de David Platt por las misiones mundiales comenzó en la universidad cuando su esposa Heather regresó de una Conferencia Passion con una grabación de God’s Heart for the Nations, de Jeff Lewis. Luego leyó Alégrense las naciones, de John Piper. Esto lo convenció de la pasión de Dios por ser glorificado mediante el cumplimiento de la Gran Comisión. Pero no fue sino hasta un viaje misionero a Honduras que Platt comprometió plenamente su vida a la Gran Comisión. Cuando él y Heather se casaron, se dijeron que la única razón para quedarse en Estados Unidos era si allí hacían más por impulsar las misiones mundiales que en otro lugar. En los primeros años de matrimonio, David y Heather pensaron que cumplirían ese llamado en el Seminario Teológico Bautista de New Orleans, donde Platt había obtenido dos maestrías y un doctorado. Como profesor asistente, se dedicó a capacitar estudiantes que estaban difundiendo el evangelio por las naciones. Entonces recibieron un llamado de la Iglesia de Brooks Hill en Birmingham, Alabama. Platt tenía 26 años, pero pronto era el pastor principal de una megaiglesia. Arrojado a este nuevo rol, concluyó que Dios lo guiaba a movilizar la iglesia para la evangelización y la misión. Eso es precisamente lo que hizo en los siguientes años. Semana tras semana, predicó la gloria de Dios desde la Palabra de Dios y llamó a su pueblo a considerar el llamado de Dios a las naciones. En 2010, escribió Radical; de seguro has oído del libro, que cuestiona a la iglesia por acepar lo que en esencia es el sueño americano. Los oyentes de sus sermones han llegado a esperar esta contundente experiencia de ser confrontado con la Palabra de Dios. Así que cuando Platt subió al escenario en la Conferencia Juntos por el Evangelio 2012, su audiencia probablemente tenía una idea de lo que venía. Habría pasión, convicción, confrontación, habría un llamado al sacrificio por Cristo. Pero incluso aquellos que habían oído de la intensidad de Platt quizá no esperaban que comenzara así su sermón. David: Tengo una verdad integral que quiero comunicar lo más clara y bíblicamente posible. Una verdad integral. Es esta: una elevada visión de la soberanía de Dios impulsa la dedicación a las misiones mundiales que desafía la muerte. Tim: Este punto totalmente aliterado es el fundamento del sermón de Platt. La soberanía de Dios no es excusa para descuidar las misiones mundiales. Más bien es el motor que impulsa las misiones Platt nos muestra cuatro verdades teológicas desde Apocalipsis 5. Primero, dice, nuestro Dios soberano tiene el destino de este mundo en la palma de su mano. Cuando nos convenzamos de que la mano soberana de Dios gobierna todo el mundo, iremos osadamente al mundo por su causa. Platt nos muestra por qué. David: Dios es soberano sobre todo. Es soberano sobre la naturaleza, el viento sopla a la orden de Dios. El calor del sol se irradia según su mandato. Cada estrella en el cielo sale en la noche porque él llama a cada una por su nombre. No hay una partícula de polvo en el planeta que exista fuera de la soberanía de Dios. Él es soberano sobre toda la naturaleza, es soberano sobre todas las naciones. Nuestro Dios dirige el rumbo de los países y tiene a los gobernantes de la tierra en la palma de su mano, y esa es una buena noticia. Tim: Segundo, dice él, el estado del hombre ante Dios, sin Jesucristo, es desesperado. Esta creencia en la exclusividad de Jesucristo a menudo ha sido cuestionada con la pregunta: ¿qué pasa con el hombre o la mujer inocentes que nunca han oído de Jesús? Platt da una sobria y veraz respuesta. David: La gente me pregunta, ¿qué pasa con el tipo inocente en África que nunca ha escuchado el evangelio? ¿Qué pasa con él al morir? Y la respuesta a eso es fácil. Se va al cielo sin dudar. El único problema es que él no existe. No hay un tipo inocente en África. Si lo hubiera, no necesitaría el evangelio porque es inocente. Se iría al cielo porque no tiene pecado. El problema es que no hay personas inocentes no alcanzadas en el mundo. Cada persona no alcanzada en el mundo es culpable delante de Dios. Por eso necesitan a Cristo. Tim: Tercero, dice él, la más grande noticia en todo el mundo es que el Cordero de Dios inmolado reina como el soberano Señor de todo. Platt muestra que la alabanza dada a Cristo en Apocalipsis 5 y su autoridad para tomar el rollo es una de las demostraciones más claras de su divinidad. David: Tú dirás, bueno, creí que Dios era soberano, pero ¿ahora dices que Jesús es soberano? Sí. ¿Hay una imagen más clara de la divinidad de Cristo que su autoridad para realizar la soberana voluntad de Dios mientras los ángeles alaban su nombre? Dios no comparte su fama con nadie; solo comparte su fama consigo mismo. Tim: Y finalmente, la cuarta verdad teológica es que la expiación de Jesucristo es benigna, global y gloriosamente particular. Aquí Platt destaca lo que puede ser el elemento más controversial de la teología reformada: la expiación limitada. Él dice que a partir de Apocalipsis 5 podemos estar seguros de que los escogidos de Dios incluyen gente de cada tribu, lengua y nación. Así que, ¿qué deberíamos hacer con estas verdades? Platt nos lo dice. David: Así que, pastores, terminemos con la pobre teología que ocasiona nimios enfoques a las misiones mundiales en las iglesias locales. Creamos profundamente en el soberano Dios del universo que tiene el destino del mundo y nuestras vidas en su mano. Veamos el desesperado estado del ser humano delante de Dios, sin Cristo, y llevemos a nuestras iglesias a orar, dar, e ir a los pueblos no alcanzados con la mejor noticia del mundo. Hemos sido salvados por un sacrificio particular de gracia, mundial y glorioso. Guiemos a nuestras iglesias, demos nuestra vida, perdámosla si es necesario, por el avance del reino de Cristo y el cumplimiento de la comisión de Cristo. No nos detengamos hasta que el Cordero de Dios inmolado y el soberano Señor de todo reciba la plena recompensa de su sufrimiento. Tim: Cuatro años después de este sermón, en 2014, Platt fue elegido presidente de International Mission Board (IMB), donde comenzó a movilizar gente a las naciones a tiempo completo. Mientras viajaba de un país a otro y visitaba a misioneros de IMB, siguió predicando sobre la soberanía de Dios y la urgencia de las misiones mundiales a través de Estados Unidos. En febrero de 2018, Platt anunció que su tiempo en IMB pronto acabaría y se dedicaría nuevamente al pastorado a tiempo completo, ahora en una iglesia en Virginia. En este punto, solo podemos especular sobre lo que lo motivó a volver de IMB a la iglesia local. Cualquiera que haya sido la razón, tras ver este sermón, sabemos al menos esto: la salida de Platt de IMB no es un abandono de su dedicación a las misiones mundiales. Seguirá haciendo lo que hizo en la Conferencia Juntos por el Evangelio 2012 y lo que ha hecho desde entonces, predicar la Palabra de Dios al pueblo de Dios y llamarnos apasionadamente a todos a la misión de Dios. Si te apasiona la predicación, como a mí, quiero contarte sobre un seminario en el que he llegado a confiar y a apreciar porque sé que les preocupa profundamente predicar la Palabra de Dios. Te animo a visitar el Seminario Bautista, que ha estado bajo el liderazgo de Albert Mohler por décadas. El Seminario está absolutamente comprometido con entrenar a pastores que conozcan, defiendan y expongan la preciosa Palabra de Dios. Si visitas su página, te darán un libro gratuito que puede servir como recurso para ayudarte con el tipo de audaz predicación de la que hemos estado hablando hoy. Simplemente visita sbts.edu/challies.