Interpretando Correctamente

Leemos la Biblia, y se supone que debemos entender su mensaje pero, ¿cómo podemos interpretarla? ¿Cómo sabemos cual es la interpretación correcta?

Leemos la Biblia, y se supone que debemos entender su mensaje pero, ¿cómo lo hacemos? ¿Cómo podemos interpretarla? ¿Cómo sabemos, incluso, cual interpretación es la correcta? ¿Cómo sé que mi interpretación es la correcta y la del otro no lo es? La Biblia es la Palabra de Dios No solo la Biblia afirma serlo, sino que lo demuestra. Así también el Espíritu Santo da testimonio de eso. Vemos afirmaciones a lo largo de toda la Biblia, por ejemplo: “Toda Escritura es inspirada por Dios…” 2da Timoteo 3:16 Existen además más de dos mil afirmaciones en el Antiguo Testamento. Debemos comprender que la Biblia es perfecta, pero nosotros no. Nuestras interpretaciones están sujetas al error y puede que no sean perfectas pero esto no quita el hecho de que SÍ podemos conocer las verdades bíblicas fundamentales y sus interpretaciones correctas, por medio del estudio de la Biblia a través de los principios de interpretación. La Biblia, al ser palabra de Dios: A. No comete errores: Algunos niegan esto al decirnos que la Biblia contiene errores tanto científicos como históricos. Esto sucede porque muchas veces la Biblia describe eventos y acciones de acuerdo a un contexto y desde una perspectiva del autor inmediato. Todo se resuelve con estudiarla.

 “Si hay un error en la Biblia, tal vez haya mil más.” -John Wesley.

 Pero según los escépticos existen errores. No nos olvidemos de algo: siempre asumamos que los escritores bíblicos son tan astutos y listos como nosotros. No asumamos que fueron tan estúpidos que se necesitó de miles de años para que uno de nosotros notara el “error”. B. Es verdadera en lo que enseña C. No posee contradicciones: Sí posee textos dificultosos, y aparentes contradicciones, pero no lo son. Al estudiar la Biblia tomando en cuenta algunos principios de interpretación, lograremos ver que la misma no posee ni errores ni contradicciones. Algunos de estos principios o reglas podemos compartirlos aquí: 1. Cualquier cristiano ordinario debe ser capaz de entender la interpretación: Esto no significa que haya textos con alguna complicación que requiera de estudio y tiempo. Nos encontraremos con textos que requieren más explicación que otros, pero nunca deberá ser algo que nadie entienda. A lo que nos referimos es que la interpretación debe ser entendida por todo creyente. El creyente no debe ser un especialista para entender lo fundamental de la fe, sino que puede venir al entendimiento de lo esencial de las Escrituras. 2. Un texto posee un significado, pero varias aplicaciones: En siglos pasados se enseñaba que un texto poseía unos cuatro significados. Pero, la Biblia no nos enseña tal cosa. La Biblia nos enseña que cada versículo quiere transmitir UN solo mensaje, pero el mismo, posee distintas aplicaciones. Por ejemplo, en 2da Corintios 6:14, Pablo nos dice: “No estéis unidos en yugo desigual con los incrédulos, pues ¿qué asociación tienen la justicia y la iniquidad? ¿O qué comunión la luz con las tinieblas?” Su significado va de acuerdo a su contexto. Pablo quiere aquí decirnos que NO estemos aliados o identificados erróneamente con los no creyentes en la participación de la adoración a ídolos aun diciendo que adoran a Dios, porque somos templo del Espíritu Santo y no debemos tener alianza o relación errónea con un no creyente. Pero, la aplicación de este principio o significado es aun más amplia. Se puede aplicar al hecho de que los creyentes no deben casarse con una persona no creyente. 3. La Biblia se interpreta a sí misma: La Biblia no requiere de otros libros para interpretarla. Ciertamente, habrán libros que nos ayudarán a interpretarla y nos darán guía pero siempre deberán ser basados en la misma Biblia. La Biblia es la última autoridad del creyente. Es por esto que la Biblia entonces debe interpretarse a sí misma. De esto nos diferenciamos de los católicos, los cuales creen que las tradiciones están al mismo nivel que las Escrituras y son necesarias para interpretarla. 4. Los pasajes oscuros son interpretados a la luz de los pasajes más claros: Con pasajes oscuros nos referimos a pasajes difíciles de entender porque o hacen referencia a otros pasajes o porque necesitan ser explicados. Ejemplos de esto son textos como Apocalipsis 20 y 1ra Pedro 3:18-22 los cuales necesitan ser vistos e interpretados a la luz de textos que lo explican. Mi querido amigo lector, utilice los textos de referencias que la mayoría de las biblias ya traen. Si lee un versículo, tal vez tenga una pequeña letra a su lado, busque ese versículo…búsquelo…tal vez le provea de la respuesta correcta. No se arrepentirá. Si al leer a Homero, o a Platón, o a Aristóteles, tomamos en cuenta sus contextos e investigamos el vocabulario y tratamos de entender lo que estos escritores nos escriben, ¿Por qué no hacemos esto con la misma Biblia? La Biblia posee 66 libros, posee distintos géneros literarios, y posee distintos contextos sociales y distintas épocas. ¿Por qué obviamos esto? ¿Por qué queremos leerla como si fuera el periódico? ¿Es esto lógico?

Abraham Paniagua

Es originario de República Dominicana. Licenciado en teología, y con una maestría del Southeastern Baptist Theological Seminary (SEBTS) donde actualmente cursa sus estudios doctorales. Esposo de Lía.

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