La Navidad tiene algo un poquito zonzo, ¿no es así? Después de todo, no existe evidencia real de que Jesús haya nacido el 25 de diciembre. Sin duda, ha habido mucha gente que ha intentado demostrar alguna conexión, pero al final no queda más que aceptar que en realidad solo hay una pequeña probabilidad de que Jesús naciera este día.
Hasta hace poco, yo pensaba que era tonto recordar a Jesús de una forma especial en Navidad.
El Día de la Madre también tiene algo un poquito zonzo, ¿no es cierto? Mi esposa no es una mejor o peor esposa y madre en el Día de la Madre de lo que es cualquier otro día del año. Con todo, me encanta celebrarle ese día. Eso nos brinda a mí y a mis hijos la oportunidad de dirigir nuestros pensamientos a ella y enfocar nuestro afecto en ella de un modo especial. Si bien la festividad a veces parece un poco forzada, hay un gran beneficio en recordar todo lo que ella significa para mí y darle al menos un día del año cuando la honramos solo por ser mamá. El hecho es que necesito muy poco incentivo para apartar un día especial para mi esposa. Es un honor y una alegría honrarla.
Y eso es lo que he llegado a comprender respecto a la Navidad. No importa si Jesús nació el 25 de diciembre o no. Aun si Jesús nació a mediados de julio, es beneficioso para mí y para Él que yo lo recuerde de manera especial en este día. Es una alegría y un privilegio bendecirlo de manera especial y entregarle mi gratitud por asumir la carne humana y comenzar su vida para poder terminar su vida por mí. Así que mi oración en esta época es que tú y yo recordemos a nuestro Señor, quien, aunque era Dios, se hizo hombre para poder morir por nosotros. Mi esperanza y mi oración es que Dios extienda sus ricas bendiciones sobre ti y que conozcas Su presencia en estos días. Dios te bendiga y feliz Navidad.
Este artículo se publicó originalmente en Challies.