La visión pagana, griega, que hemos heredado culturalmente, sostiene que el cuerpo es una “prisión” del alma. Así que, una vez que morimos, el alma es finalmente liberada de los cuidados y propósitos corporales y vuela como una mariposa para ser reunida con lo divino, de lo que somos como una chispa. Bien, esa es la visión pagana. Ahora, la Biblia enseña que cuando morimos, el alma se separa del cuerpo y disfruta de una existencia consciente en la presencia del Señor. Y eso es maravilloso, pero no es el clímax. En contraste con el pensamiento pagano, la Biblia afirma este mundo. Afirma la creación y el cuerpo. No estamos salvados de este mundo, sino con este mundo.

El alma nunca fue pensada para ser separada del cuerpo. Ese es el resultado de la muerte, que es la pena por el pecado

La separación del cuerpo y el alma es sólo temporal. Y por eso lo llamamos el «Estado Intermedio». No es el estado final. El estado final es la resurrección del cuerpo y la vida eterna. Así que cualquier mensaje que se haga llamar evangelio, que no llegue a la resurrección del cuerpo y la vida eterna, que no haya continuidad entre esta tierra en la que vivimos ahora y nuestro estado eterno, no está leyendo la Biblia correctamente. La distinción entre cielo y tierra desaparecerá. El cielo estará en la tierra, una tierra renovada, no un mundo diferente sino un mundo en una condición totalmente diferente. En el final, «ningún ojo ha visto u oído lo que Dios ha preparado para los que le aman» (1 Cor. 2:9). No sabemos exactamente cómo va a terminar todo esto. Pero sí sabemos que: después de que Jesús resucitó de entre los muertos, tuvo hambre, y pidió pescado. Sabemos que Jesús era completamente humano “un fantasma no tiene carne y huesos como ves que yo tengo”, dijo, después de la resurrección cuando se encontró con los discípulos. Como es la cabeza, también son los miembros. Nuestra resurrección va a ser como la resurrección de Jesús. Y si ese mismo Jesús que murió en la cruz resucitó, . Pablo dice en Romanos 8:21 que toda la creación está esperando su redención y liberación de la esclavitud y la decadencia. Así que no es el alma buscando la redención del cuerpo y de este mundo. Es el cuerpo y el alma y toda la creación anhelando ser redimidos y unidos en la celebración de la redención de Dios en Jesucristo. ¿Podremos disfrutar del cielo sabiendo que seres queridos están en el infierno? 

Michael Horton

Michael Horton es el profesor J. Gresham Machen de teología sistemática y apologética en el Westminster Seminary de California, Estados Unidos.

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