Cómo puede un esposo ejercer liderazgo familiar

En una entrevista al pastor John Piper, él fue preguntado sobre los siguiente al respecto de cómo debe el esposo ejercer liderazgo familiar en términos prácticos. Al orar juntos cada día, ¿tiene que dirigir la oración? ¿Tiene que leer la Palabra conmigo diariamente? ¿Qué haces tú con tu familia? ¿Cómo lucía esto para ti?

Aquí la respuesta de John Piper

Liderazgo familiar es dirección y sumisión

Pongamos un pasaje de las Escrituras, como mínimo, delante nuestro para que la suposición no sea dada por sentado. Efesios 5:21-25: “[Sometiéndoos] unos a otros [esposos y esposas] en el temor de Cristo. Las mujeres estén sometidas a sus propios maridos como al Señor.  Porque el marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la iglesia, siendo Él mismo el Salvador del cuerpo. Pero, así como la iglesia está sujeta a Cristo, también las mujeres deben estarlo a sus maridos en todo. Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia y se dio a sí mismo por ella.”   Entonces, la imagen que tenemos es que al amarse unos a otros, sirviéndose, sometiéndose a las necesidades y deseos del otro en una especie de mutualidad amorosa y humilde, la esposa sigue el ejemplo de la iglesia, ya que la iglesia es llamada a seguir a Cristo como su líder. Y el esposo sigue el ejemplo de Cristo como cabeza de la iglesia, quien se dio a sí mismo por ella. Una de las razones por las cuales todo este asunto de liderazgo y sumisión en el matrimonio es importante, es porque Dios tuvo la intención de que el matrimonio represente el amor del pacto entre Cristo y Su novia, la iglesia. Eso es lo que estamos intentando reforzar al trabajar en este asunto de liderazgo y sumisión.   Hay diferencias y similitudes entre la relación entre una esposa y un esposo, por un lado, y la relación entre Cristo y la iglesia, por el otro. Y ambas similitudes y diferencias moldean la forma en que representamos este drama de Cristo y la iglesia.  

 Similar, pero diferente

Por ejemplo, una similitud es que Cristo quiere que la sumisión de la iglesia sea libre y alegre con un entendimiento completo de quién es Él, qué representa y por qué está haciendo lo que está haciendo. Cristo no quiere una obediencia servil o una sumisión sin alegría y sin sentido de la iglesia. Él quiere que Su iglesia esté llena de inteligencia, entendimiento, sabiduría, gozo y libertad cuando ella le sigue.   Sin esto, los seguidores de la iglesia no glorificarían al Señor Jesús. Una sumisión sin sentido no glorifica a un líder. Similarmente, un buen esposo no quiere una obediencia servil o una sumisión sin alegría o sin sentido. Quiere que su esposa esté llena de inteligencia, comprensión, sabiduría, gozo y libertad cuando ella se compromete a seguirlo. Así que ese es un ejemplo de similitud que afecta cómo lo hacemos.   Aquí hay un ejemplo de diferencia entre un esposo y una esposa, por un lado, y Cristo y la iglesia por el otro, que afecta el funcionamiento del matrimonio: los esposos, los esposos humanos, son falibles y pecadores; pero Cristo no lo es. Por esa razón, nunca se puede trazar una línea recta desde la forma en que Cristo lidera a Su iglesia, hasta la forma en que el esposo guía a su esposa sin tomar en cuenta esta distinción, esta diferencia. Sus limitaciones y su pecado tienen que entrar en escena.  

Cristo es rey

Otra diferencia que determina cómo abordamos esto, es que ambos, el esposo y la esposa se someten al Señor Jesús como su Señor supremo. Y Jesús es su Señor directo, no su Señor indirecto sólo a través del esposo. La enseñanza en el Nuevo Testamento, y puedes ver esto en 1 Pedro 2:13-17, Efesios 5:21-33, Colosenses 3:17-25, es que los cristianos, hombres y mujeres, primero se relacionan con el Señor Jesús como su Maestro supremo, y luego por el amor del Señor, como dice, en obediencia al Señor entramos de nuevo, somos enviados de regreso a las instituciones del mundo, como el matrimonio, en las relaciones que Dios nos asigna. Y actuamos libremente en esas relaciones de sumisión porque nuestro Señor supremo y primario así lo ha dicho. Así que esta sumisión, por lo tanto, que una mujer ofrece a su esposo, se hace tan libremente a pedido de su Señor Jesús.   De esta manera, estas dos diferencias entre nuestros matrimonios y el matrimonio de Cristo insinúan que el esposo no asumirá que su voluntad es infalible y que su esposa es menos sabia, inteligente o perspicaz que él. Jesús es siempre más sabio que la iglesia. Los esposos no siempre son más sabios que sus esposas. También significa, esas diferencias significan, que un esposo cristiano maduro no expresará su liderazgo con un abuso inmaduro y orgulloso o con una toma de decisiones unilateral, sino que siempre buscará tanto la sabiduría como los deseos de su esposa. Eso es lo que hace un liderazgo bueno, caído, falible, pero con el carácter de Cristo.   Otra forma de hablar sobre esta misma realidad es señalando que los roles del liderazgo y sumisión en el matrimonio no están basados en la competencia. Dios nunca dijo que el hombre es designado a ser la cabeza porque él es más competente, o que la mujer es designada a la sumisión porque ella es menos competente. La capacidad no es la cuestión en si un hombre es la cabeza y una mujer es sumisa. La competencia juega un rol en cómo ellos ejercitan sus roles de liderazgo y sumisión, pero no asigna esos roles.   

Liderazgo familiar de gran corazón

Es así como defino el liderazgo y dirección de un esposo, como Dios quiere, como un sentido de responsabilidad bondadosa para guiar, proteger y proveer para su esposa. Y la frase clave aquí es “un sentido de responsabilidad bondadosa”. Él puede tener una discapacidad, por ejemplo, que lo impida a ser el sostén de la familia. Pero esa discapacidad no le impide sentir una responsabilidad bondadosa de que las necesidades de la familia sean satisfechas, y ese sentido de responsabilidad lo impulsará a tomar iniciativas con su esposa e hijos para asegurarse de que su familia esté cuidada. Ese es el asunto principal, un sentido de responsabilidad que impulsa al hombre a tomar iniciativas en la familia para que se haga la voluntad de Dios lo más posible por cada miembro de la familia.    Aquí hay algunos ejemplos, y ten en mente que cuando digo que él siente una responsabilidad especial por las iniciativas en la familia, no está descartando el hecho de que su esposa pueda tener iniciativas importantes para llevar a discusión a causa de sus puntos ciegos y falibilidad, y la sabiduría y perspectiva de ella.    El punto es: Ella no debe sentir que constantemente está iniciando, insistiendo que este hombre hable acerca de las cosas que se deben hablar, planifique cosas que se deben planificar, haga cosas que se deben hacer. Estas son algunas de las cosas en las que pienso que un esposo debería tomar iniciativa activamente: 

 Saliendo, avanzando

¿Cuál es la visión moral general de la familia? Él debería tomar iniciativa, haciendo esa pregunta y buscando una respuesta con su esposa a su lado. ¿Qué creemos acerca de Dios, el mundo, la familia y la cultura? Todas las familias apoyan algo. Todas las familias son conocidas por algo. Todas las familias son llamadas a glorificar a Dios de acuerdo con sus dones. ¿Cómo se ve eso? Y esa es la responsabilidad del hombre. Busca eso. Descúbrelo.   Un hombre siente responsabilidad de tomar iniciativas para formar y llevar a cabo esa visión moral de la familia y, por supuesto, está haciendo eso a través de la interacción constante con su esposa. Ella no estaría entusiasmada de ser excluida de esa formulación, pero creo que la mayoría de las mujeres cristianas están emocionadas de que el esposo tome la iniciativa y la acerque para que tengan una visión moral para la familia.    Y esto incluiría iniciativas como esta: Aclaremos las expectativas que tenemos para nuestros niños, cómo serán disciplinados, cómo mi liderazgo se relacionará con la disciplina y tu liderazgo como madre se relacionará con su disciplina, qué harán en su tiempo libre y demás. Incluye cosas como tomar iniciativas en decidir a qué iglesia irá la familia y cómo participarán. Incluye cosas como los ministerios, qué está haciendo la familia en el ministerio, cómo participan juntos en el vecindario y las misiones. Incluye cosas como tomar iniciativas sobre temas del estilo de vida de la familia, como qué haremos con los medios sociales, la televisión, el entretenimiento y el tiempo libre, los deportes y las vacaciones.    Cada familia tiene que tomar cientos y cientos de decisiones acerca de estas cosas, y una de las cosas que deprime a una esposa es cuando un esposo inactivo nunca piensa en lo que se tiene que hacer y tiene que estar constantemente presionado para resolver las cosas. Ella quiere, por supuesto, contribuir. Probablemente tenga más perspicacia que él en muchas de estas cosas. Pero ella quiere que él tome la iniciativa. Necesitamos pensar en estas cosas. Él tiene que decir: Sentémonos. Hablemos. Oremos. Ella quiere que él haga eso.    Incluye cosas como las finanzas, cómo la familia gasta el dinero, en qué ahorrarán, qué tipo de seguro tendrán, planes de jubilaciones, pensiones, y toda la visión financiera de la familia, incluyendo cuánto le dan a la iglesia y todas estas cosas. Los esposos deberían sentir una responsabilidad especial de tomar iniciativas para resolver las cosas con su esposa, incluyéndola constantemente en esa iniciativa. Ella tendrá mayor sabiduría en muchos de estos asuntos, pero anhela un esposo que tome iniciativas para poner el proceso en acción por el cual estas cosas puedan resolverse, los problemas puedan solucionarse y los planes puedan hacerse 

 Liderazgo espiritual

Finalmente, quizás lo más importante: Sí, el esposo debería sentir una responsabilidad especial para guiar a su familia en un modelo de oración, lectura de la Biblia y adoración. Y aquí nuevamente, el problema no es la competencia. Él puede tener una educación de octavo grado y su esposa puede tener un título universitario. Él aún puede tomar iniciativas para ver que su familia esté saturada de la oración y de la Biblia, al trabajar con su esposa, cómo ella utiliza sus dones, que pueden superar los suyos, en la lectura y la explicación de la Biblia.    Así que, espero que esos pocos ejemplos den una idea de qué significa para un esposo y una esposa ser modelos de Cristo y la iglesia, para un mundo muy necesitado que debe desesperadamente ver eso.  


Foto: Unsplash

John Piper

John Piper

John Piper (@JohnPiper) es fundador y maestro de desiringGod.org y ministro del Colegio y Seminario Belén. Durante 33 años, trabajó como pastor de la Iglesia Bautista Belén en Minneapolis, Minnesota. Es autor de más de 50 libros.

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