[dropcap]D[/dropcap]ejaremos a los futuros historiadores de la iglesia el determinar el alcance e impacto del reciente despertar de la teología reformada. Aunque no sabemos si, cuando y cómo va a declinar, sí sabemos que John Piper ha sido uno de los hombres al frente del movimiento. Sus libros, sermones y conferencias han sido cruciales para crear consciencia de la teología reformada y para volverla plenamente emocionante. En su libro Cinco puntos: Hacia una experiencia más profunda de la gracia de Dios, Piper ofrece su explicación y defensa de la doctrina calvinista. 
Una de las grandes fortalezas de Piper al interpretar y defender la teología calvinista ha estado en no simplemente defender esta doctrina, sino en hacer que ella conduzca al asombro y la adoración. «Mi experiencia es que el claro conocimiento de Dios desde la Biblia es la chispa que sostiene los fuegos del afecto por Dios. Y probablemente la clase de conocimiento más crucial es el conocimiento de cómo es Dios en la salvación». Esto es, desde luego, de lo que se tratan los cinco puntos del calvinismo: «No el poder y la soberanía de Dios en general, sino su poder y soberanía en la forma en que él salva a las personas», que es precisamente la razón por la que estas doctrinas suelen denominarse las doctrinas de la gracia. Él insiste en que aquí no comienza como un calvinista que se dispone a defender un sistema, sino como un cristiano que sostiene la Biblia por sobre cualquier sistema de pensamiento. Como ocurre con muchos calvinistas modernos, a Piper no le agrada el acrónimo en inglés TULIP que se ha vuelto sinónimo del calvinismo. Él se aleja del acrónimo y el orden estándar, diciendo: «Me he dado cuenta… de que la gente comprende estos puntos con mayor facilidad si vamos en el orden en que muchas veces los experimentamos cuando llegamos a ser cristianos».
- Primero experimentamos nuestra depravación y la necesidad de salvación.
- Después experimentamos la irresistible gracia de Dios que nos guía hacia la fe.
- Posteriormente confiamos en la suficiencia de la muerte expiatoria de Cristo por nuestros pecados.
- Luego descubrimos que detrás de la obra de Dios para expiar nuestros pecados y llevarnos a la fe estaba la elección incondicional de Dios.
- Y por último, descansamos en su gracia electiva para darnos la fuerza y la voluntad para perseverar en la fe hasta el fin.
En resumen, así es como él explica cada punto:
- Depravación total: nuestra corrupción pecaminosa es tan profunda y tan fuerte que nos hace esclavos del pecado y moralmente incapaces de superar nuestra propia rebelión y ceguera. Esta incapacidad de salvarnos de nosotros mismos es total. Dependemos totalmente de la gracia de Dios para vencer nuestra rebelión, para que nos dé ojos para ver, y nos atraiga al Salvador de manera eficaz.
- 2. Elección incondicional: la elección de Dios es un acto incondicional de la gracia gratuita dada por medio de su Hijo Jesús antes del principio del mundo. Por este acto, Dios escogió, antes de la creación del mundo, a aquellos que serían libertados de la esclavitud del pecado y llevados al arrepentimiento y la fe salvadora en Jesús.
- Expiación limitada: la expiación de Cristo es suficiente para todos los seres humanos y efectiva para aquellos que confían en él. No está limitada en su valor o suficiencia para salvar a todos los que creen. Pero la completa efectividad salvadora de la expiación que Jesús logró está limitada a aquellos para los cuales se preparó ese efecto salvador. La suficiencia total de la expiación está disponible para toda la gente. Todo el que quiera —todo el que cree— será cubierto con la sangre de Cristo. Existe una intención divina en la muerte de Cristo, de cumplir las promesas el nuevo pacto para la novia escogida de Cristo. Entonces Cristo murió por todos los hombres, pero no por todos de la misma manera.
- Gracia irresistible: Esto significa que la resistencia que todos los seres humanos profesan contra Dios todos los días (Romanos 3:10-12; Hechos 7:51) es vencida de manera maravillosa, en el tiempo preciso, por la gracia salvadora de Dios, la cual él da a los rebeldes indignos que él libremente decide salvar.
- Perseverancia de los santos: creemos que todos los que son justificados ganarán la batalla de la fe. Ellos perseverarán en la fe y en última instancia no se rendirán al enemigo de sus almas. Esta perseverancia es la promesa del nuevo pacto que la sangre de Cristo obtuvo y que obró en nosotros por medio de Dios mismo, pero no con el fin de que bajemos la guardia, sino de capacitar y alentar nuestra constancia y vigilancia; para que podamos decir al final: He peleado la buena batalla, aunque no yo, sino la gracia de Dios que estaba conmigo (2 Timoteo 4:7; 1 Corintios 15:10).
Cada uno de estos puntos no solo es explicado y defendido, sino también celebrado. La pasión que ha caracterizado gran parte del ministerio de Piper está aquí plenamente presente; su deseo es elevar a Dios y llevar a sus lectores a ver y deleitarse en la gloria de Dios. Hacia el final del libro, él provee un testimonio personal de «lo que los cinco puntos han significado para mí». Aquí describe la manera en que el entender correctamente la soberanía de Dios en la salvación lo ha llevado al asombro ante Dios y a la profundidad de la verdadera adoración centrada en Dios; la manera en que estas doctrinas lo hacen maravillarse por su salvación; la manera en que ellas lo mantienen alerta a cualquier alternativa a esta buena noticia centrada en el hombre; la manera en que le dan esperanza respecto a que Dios tiene la voluntad, el derecho y el poder de responder la oración; y mucho más. Cinco puntos fue editado y publicado en el lado lejano del Atlántico, y tal como con Finally Alive anteriormente, de inmediato observé una diferencia, una buena diferencia. Considero que Cinco puntos es un libro tan legible y disfrutable como los que Piper siempre ha escrito. Abarca estas cinco doctrinas que han sido la materia de muchísimos libros, pero lo hace con una especie de fuego, un contagioso entusiasmo por la exhibición del esplendor de Dios. Esta es sana doctrina en manos de un hábil y apasionado escritor y eso produce una gran combinación.
