[dropcap]¿[/dropcap]Promete Proverbios que mi hijo no se descarriará? Hace poco alguien le hizo esta pregunta a John Piper en un episodio reciente del podcast Ask Pastor John. La pregunta estaba basada en Proverbios 22:6: «Enseña al niño el camino en que debe andar, y aun cuando sea viejo no se apartará de él». Piper terminó ese episodio compartiendo las siguientes 9 verdades que los padres deben recordar al criar a sus hijos:
1. En general, educar a los hijos a la manera de Dios los guiará hacia la vida eterna. En general, esto es cierto.
2. Esta realidad incluye poner nuestra esperanza en Dios y orar fervientemente por sabiduría y por la salvación de ellos hasta el día en que muramos. No oren solo hasta que se conviertan a los 6 años. Oren hasta el día de su muerte por la conversión de sus hijos y por la perseverancia de su aparente conversión.
3. Satúralos con la Palabra de Dios. La fe viene por el oír y el oír por la Palabra de Dios (Romanos 10:17).
4. Sé radicalmente consecuente y auténtico en tu propia fe. No solo en el comportamiento, sino también en tus afectos. Los hijos necesitan ver lo precioso que es Jesús para mamá y papá, no solamente cómo se le obedece, o cómo se va a la iglesia, o cómo se leen devocionales o cómo se cumplen los deberes, deberes y deberes. Necesitan ver, en el corazón de mamá y papá, el gozo y la satisfacción de que Jesús es el mejor amigo del mundo.
5. Ejemplifica lo precioso que es el evangelio. Cuando nosotros los padres confesamos nuestros propios pecados y dependemos de la gracia, nuestros hijos dirán: «Ah, no tienes que ser perfecto. Mamá y papá no son perfectos. A ellos les encanta la gracia. Aman el evangelio porque Jesús perdona sus pecados. Entonces sé que Él puede perdonar también mis pecados».
6. Forma parte de una iglesia amorosa saturada de la Biblia. Los niños necesitan estar rodeados de otros creyentes, no solo de mamá y papá.
7. Exige obediencia. No seas perezoso. Hay muchos padres jóvenes hoy en día que parecen tan perezosos. No están dispuestos a tomar una posición firme y hacer lo que se necesita hacer para corregir al niño. Por eso debemos ser consecuentes con nuestros castigos y especialmente con todas nuestras promesas de cosas buenas que decimos que vamos a hacer por ellos.
8. Dios salva niños de una paternidad fracasada o incrédula. Dios es soberano. A fin de cuentas, no somos nosotros los que salvamos a nuestros hijos. Dios salva niños, y apenas habría cristianos en el mundo si no los salvase de familias fracasadas.
9. Descansa en la soberanía de Dios sobre tus hijos. No podemos soportar el peso de Su eternidad. Eso es asunto de Dios, y debemos dejarle todo eso a él.
Este artículo fue publicado originalmente en inglés en Challies.com.