Ajetreado, solicitado y presionado por lo urgente, Jesús siempre oraba. Su vida nos recuerda que ninguna tarea es más importante que estar a solas con
Mucho más que cortesía, visitar con propósito es ministrar el evangelio cara a cara, como lo hizo la iglesia primitiva.
El Salmo 79 nos recuerda que, aun en la ruina, seguimos siendo ovejas en la mano del Buen Pastor, orando y alabando con la certeza
Muchos llegan a la iglesia buscando más que un saludo: anhelan ser vistos, conocidos y amados. La hospitalidad cristiana no nace de programas, sino de
¿Cómo enfrentar la muerte sin temor? Richard Sibbes la veía no como un final, sino como una reunión esperanzadora.
Vivir con propósito hoy nos
Muchos se aferran a rituales, formas y tradiciones, pero carecen de un amor genuino por Cristo. Una fe sin vida, sin el poder del Espíritu,
Pensar en la eternidad no debería asustarnos. El verdadero obstáculo para gozarnos en Dios no es la falta de tiempo, sino olvidar lo eterno.
Dios no desperdicia el sufrimiento: lo usa para acompañarnos, santificarnos y darnos victoria en Cristo.
El aislamiento espiritual es más común —y peligroso— de lo que crees.
Necesitamos comunidad real para luchar contra el pecado y el dolor.
¿Y si nuestra vida está tan llena de cosas artificiales que hemos olvidado quién da la vida?
Cuando Dios guarda silencio, no está ausente. Está obrando en lo invisible, preparando nuestro corazón para algo más profundo.
La confesión bíblica no se trata de castigo ni vergüenza, sino de restauración, comunión y santificación en comunidad.
