Judson fue uno de los primeros misioneros estadounidenses en el extranjero y un ejemplo de alguien que consideró su propio papel estratégico en el cumplimiento de la Gran Comisión, y lo llevó a cabo. Aunque se le advirtió que no fuera a Birmania, entró en el país hace más de 200 años e invirtió allí los siguientes 38 años de su vida, predicando a Cristo donde no se le había nombrado. John Piper nos dice en este libro que consideremos seriamente nuestro papel en el cumplimiento de la Gran Comisión siguiendo el ejemplo de Judson.